Miguel Saquimux

Lo que preocupa al país, y no es para menos, es la situación de inestabilidad que se vive, en donde los ingredientes que le dan sentido a esto, han sido los exactos para converger a posiciones inéditas. Pocas son las personas o tal vez ninguna, quienes aún no aceptan la gravedad del escenario actual, porque al intentar minimizarlo, solo logran profundizarlo, derivado de la sensibilidad de los sectores que han jugado papeles activos.

Cuando varias y varios creíamos que el caso SAT era algo paradigmático en función de la aplicación de la ley guatemalteca, resulta que inmediatamente después, otro golpe bajo se le acertó a la corrupción enquistada en el Gobierno. En esta ocasión, el mayor damnificado sería en ese momento el Seguro Social; historia conocida ampliamente por la población, con profunda cobertura de medios nacionales e internacionales, haciendo de ello un verdadero escándalo que supero las barreras de las fronteras.

Golpe tras golpe se ha desestabilizado el país, y la economía no está ajena a esto, padeciendo los estragos de este huracán social y político, que al parecer está empezando a tocar tierra en áreas propiamente económicas. No es posible dimensionar aún, hasta donde debe avanzar esto para que se disipe la convulsión, o se estremezca generando condiciones propicias para lograr cambios sustanciales; sin embargo, lo que sí es posible afirmar es que en esta economía de expectativas, lentamente se puede ir matando los órganos que mantienen vivo este cuerpo económico político-económico, sin percatarnos en tiempo real de la situación.

No tengo conocimiento de algo similar en otra parte del mundo, es por ello que me atrevo a catalogar de inédita, la situación que atraviesa el banco central de Guatemala, puesto que su máxima autoridad, como lo es su Presidente, está guardando prisión preventiva. Más allá del escándalo o lo bochornoso que puede parecer, creo que en este momento es lo de menos, porque lo que se juega en el país es la estabilidad económica, eso sí, recordando que nadie puede escapar del cumplimiento de la ley, y este personaje no es la excepción, pero, vale la pena hacer hincapié que los mensajes que se emiten sobrepasan la línea de negativos, llegando a un plano de nefastos, como el caso en donde se involucra a la persona referida.

No es menos lo de la SAT, que pasó por la alta cúpula ligada a la Presidencia del Ejecutivo, mandos medios y bajos, en fin, varios personajes involucrados. Lo que queda claro es que, las acciones del Gobierno como agente económico, es la trascendental en estos instantes, superando, incluso, lo que puedan aportar las familias y empresas, porque el señalamiento directo es ineludible.

Así pues, es como debe navegarse en turbulentas aguas, pero, intentando superar la desestabilización, puesto que, lo que más daña ahora mismo al país, es la economía de las expectativas, al momento de degradar las calificaciones impuestas. Debe hacerse lo que los agentes restantes al gobierno piden, porque no puede continuarse con el mismo diseño de infraestructura, de lo contrario no tendremos capacidad de respuesta a futuras inestabilidades.

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