Raymond J. Wennier

Howard Gardner escribió el libro “Frames of Mind”: The Theory of Multiple Intelligences” en 1983. Además de las primeras siete inteligencias que anotó, añadió en años posteriores, dos más Multinaturalística y Exsistencialística y ahora está pendiente de confirmar una más Pedagógica, lo que sumaría diez inteligencias.

Esas inteligencias o competencias, relacionan al conjunto de aptitudes únicas de la persona, que contiene las maneras y capacidades en las que el individuo prefiere demostrar sus habilidades intelectuales. Son inteligencias que permiten que las potencialidades del ser, salgan a flote.

La llave del uso de las inteligencias por parte del individuo, es que ninguna es pura, “únicamente esa será la que utiliza la persona”, más bien es una combinación de ellas para poder aprender y hacer la transferencia del conocimiento a situaciones nuevas, crear algo nuevo.

En 1956, Benjamin Bloom publicó su taxonomía del dominio del aprendizaje. En igual forma, las seis categorías, que van recordando o creando, no son puras. Para usarlas bien, hay que usarlas en una combinación. En ambos casos, es el maestro quien decide cuáles va a usar en una situación dada.

Cuando el tema a considerar es liderazgo, hay muchas formas de utilizarlo expresando la intencionalidad del concepto. Hemos escuchado del líder autoritario, el democrático y el situacional. Hay otros conceptos atrás de la palabra líder, como delegatorio (que delega), carismático, transformacional, visionario, reflexivo, colaborativo y analítico.

Igual a los ejemplos anteriores de Gardner y de Bloom, no hay un tipo puro de liderazgo. Las decisiones del uso combinado, depende de la cultura del ambiente, de las diferentes preferencias, de la percepción y de las diferentes formas de comunicación. Ejemplo: El líder autoritario puede ser muy analítico en situaciones dadas y en otras, puede asumir otro tipo de liderazgo, como cuando está en una cultura diferente. Es por eso que hablo de un “liderazgo dinámico”.

El liderazgo dinámico, para mí, es:

1. Tener influencia, comunicación e interrelación “plana” con otras personas.

2. Cuando cada quien usa su capacidad y potencialidad para realizar un trabajo. Muchas personas tienen capacidades pero no lo saben los jefes. Además, las expectativas propias para alcanzar logros son altas y se ajustan de acuerdo a la autoevaluación y la demanda de los factores involucrados.

3. Cuando permite la libertad para demostrar la capacidad. Esa libertad viene de su alta autoestima, autoconfianza y auto seguridad.

4. Es la base del trabajo en equipo. Unificar los diferentes talentos para lograr las metas, es la habilidad del líder.

5. Ningún líder puede hacer todo solo. El líder tiene que contar con personas dispuestas a colaborar con él o con ella. Si no están dispuestos los miembros del grupo, el “líder” no es un líder, resulta ser sólo un administrador.

6. Es un proceso continuo. Las condiciones comunes son cambiantes y demandan ajustes para siempre estar adelante.

Por eso hablo de un Liderazgo Dinámico: Acción-Evaluación-Ajustes-Acción.

 

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