Juan de Dios Rojas

Muchas versiones son tejidas acerca del lamentable caso de resonancia mundial, empero es el momento de contribuir a la debida solución, ajeno a solo quejas y más quejas, en condición de denuncias volanderas, severas críticas y punto. ¿Cuándo terminarán de desforestar miles de hectáreas, en complicidad notoria del propio Estado, equivalente a un dineral escandaloso?

En plena luz del día, según testimonio de los pobladores querendones de su terruño, antaño sitio directo del chicle y el hule. Urgente dimensionado a lo grande tiene pendiente la unión firme de todos, a fin de enfrentar a los vándalos sin temor. Por supuesto la respuesta sale a luz, recomendar el caso que la unión hace la fuerza es sencillo, pero hacerlo requiere valor.

La mayoría de medios de comunicación hacen apuestas por ocupar el puesto a la cabeza alrededor del lamentable asunto de la tala de la aun existente cobertura forestal. No obstante estar enterados, es insuficiente y ajeno a hallarle salida al inveterado caso de la tala imperante. El mutis por el foro viene a ser imposible de proseguir en tal posición. Enfrentarlo, sí.

Tampoco basta que dos, tres, entidades patrióticas arranquen la carrera. En la misma deben enrolarse con ahínco y tenacidad por algo muy nuestro, implica la participación estrecha del Estado a través de sus diversas entidades y alianza gubernamental, sin soslayarse por equis o por ye motivos no válidos, tocante asimismo de los guatemaltecos en general hasta vencer.

Padres de familia, a título de piedra angular ostensible familiar emprendan con mano dura la formación de sus hijos. En esa obligación de primer orden pueden si se lo proponen en defensa del ambiente necesitado de enseñarles a conservar ese tesoro a punto de extinguirse por completo, día a día debe ser la meta a lograr el control total, a mediano plazo, de dicho objetivo.

La escuela a través de sus ciclos conformantes de una educación formal, también son contingentes valiosos en gran medida puestos al servicio de la campaña patriótica de luchar a brazo partido en defensa de nuestros bosques, auténticos pulmones que saturan de oxígeno el medio ambiente, actualmente saturado exageradamente de contaminación perjudicial y destructora, día a día.

Por sabido se calla el hecho latente, generalizado de ajuste, que la pérdida de cobertura forestal, abrió sus alas negativas en todo el ámbito nacional. Procedimientos, planes inmediatos y estrategias específicas existen. Resta emprender la urgente y necesaria campaña de conformar cada uno de los connacionales hasta consolidar un batallón de defensores unidos.

Artículo anteriorNotas sobre la Música de Felix Mendelssohn-Bartholdy
Artículo siguienteCriminalista guatemalteco, desaprovechado