Javier Monterroso

Es tan perverso el sistema que ni siquiera se toma en cuenta la carrera judicial, en la mayoría de países los magistrados de apelaciones son funcionarios de carrera, que han pasado por un proceso de selección y formación en escuelas de estudios judiciales, han sido jueces de Primera Instancia y por méritos suben a magistrados, en nuestro país los jueces, al igual que el resto de abogados que aspiran a ser magistrados, si quieren ser nombrados deben hacer cabildeo político con los sectores económicos, los operadores políticos y finalmente los diputados. Ese es el sistema, así está diseñado, no es un vicio de los últimos tiempos, así lo ideó la élite económica en el 93, y ahora esa misma élite no controla ni el Colegio de Abogados, ni las universidades y menos aún el Congreso y por eso quieren traerse abajo el actual proceso.

En el caso de quienes piden repetir el proceso de elección de magistrados por “irregularidades”, creo que no comprenden que pueden repetir el proceso desde la convocatoria a elección de comisionados representantes del Colegio de Abogados y de Magistrados de Apelaciones, y el resultado va a ser el mismo, las mismas planillas y los mismos grupos van a ganar, el problema no está en la actual elección, el problema es de sistema, la Ley de Comisiones de Postulación fue la forma de dotar de un poco de transparencia, racionalidad y metodología a un proceso eminentemente político y hasta antes de la ley secreto, pero la ley no puede cambiar lo que está mal diseñado desde la Constitución.

Claro que el sistema está agotado y que la única salida es una reforma constitucional en el tema de justicia, pero esa salida puede ser aún peor, recordemos que una de las últimas ideas del Presidente fue la de discutir sobre prorrogar el mandato presidencial, y que el fantasma de la reelección está siempre presente en el corazón de todo militar que gobierna, sea de izquierda o de derecha, en el actual contexto abrir la puerta para una reforma constitucional sería un cheque en blanco muy peligroso, no hay alternativa, tendremos que vivir con este sistema mientras las condiciones objetivas no permitan una verdadera y democrática Asamblea Nacional Constituyente, por ello considero conveniente que el actual proceso continúe y que todos juntos hagamos lo posible para que los mejores abogados, jueces y magistrados tengan posibilidades de ser seleccionados.

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