Francisco Cáceres Barrios
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En Guatemala sobre este mismo tema se han escrito miles de textos, artículos, comentarios, análisis y profundos estudios, el más reciente y completo que me ha tocado ver es el que la Fundación para el Desarrollo Socioeconómico (Fundesa) presentó en julio del presente año y si para algún funcionario, corriente política u organización es motivo de alguna objeción o sugerencia para mejorarlo, lo mejor sería sentarse a discutir el asunto con la mejor y más grande amplitud de criterio. Ahora bien, la propuesta del Ministro de Gobernación de aumentar el impuesto sobre la distribución de licores en todo el país, como dejar sin efecto la Ley Seca porque según él es inoperante, no es más que una demostración del empirismo que ha caracterizado al actual gobierno. Es otro “chaleco” más que seguramente vendrá a provocar sinnúmero de comentarios y rechazos, porque de igual manera también se le podría ocurrir al Ministro de Salud ponerle un impuesto a los tacos, tostadas, enchiladas o al atol de elote, porque su consumo podría ser causa de enfermedades gastrointestinales.

Por favor, ya es hora de comprender que el manejo de las finanzas del país va más allá de lo tributario, como que a esto último hay que darle un enfoque integral; debe buscarse la mejor calidad y eficiencia en el gasto público y su mejor desempeño; deberían diseñarse los presupuestos en cada dependencia pública a base de resultados; habrá que reorientar el gasto para lograr la mejor calidad educativa, como también los servicios de salud y los asistenciales; debería buscarse la descentralización del gasto, hasta ahora concentrado en la ciudad capital; buscar el mejor y más exhaustivo sistema de control del mismo, pues cuando este no aparece, es cuando se pierde la credibilidad de quien lo ejecuta. También es labor impostergable mejorar el recurso humano al servicio del Estado y para finalizar, lo que a mi juicio por el momento reviste más importancia, es darle cara vuelta a la Ley de Compras y Contrataciones.

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