Eduardo Villatoro

Traigo a cuento esa futilidad porque recibí telefonemas y un correo electrónico de abogados que dicen representar a un numeroso grupo de colegas suyos que se sienten agraviados por las actuaciones de la junta directiva del Colegio de Abogados y Notarios “que se ha vendido al oficialismo” y que está apoyando una planilla en la comisión de postulación para elegir a los futuros magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

Les indiqué que no me interesa la precariedad de este proceso y que me abruman tantas especulaciones y rumores; pero que el ideal imposible sería que el procedimiento para escoger a los nuevos miembros de la CSJ y magistrados de Salas de Apelaciones fuera transparente, para elegir a abogados/as capaces, ecuánimes y honorables.

Al señalarles que los debería identificar en mi espacio, me percaté que son profesionales que exigen que los procesos se realicen con apego al derecho; pero tampoco se quieren exponer, al decirme “oportunamente daremos la cara”, porque por el momento sería “precipitarse”, y prefieren ocultar su identidad.

Ni siquiera pudieron proporcionarme los nombres completos de quienes supuestamente son apoyados por el partido oficial, para convertirse en magistrados de la CSJ, y de esa cuenta cubrirse las espaldas, si en el futuro se plantean acciones legales contra actuales funcionarios que han sido objeto de señalamientos de corrupción, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y otras linduras.

Aunque no soy partidario de comentar informaciones acomodaticias, de todas formas le compartiré lo que me dijeron los pusilánimes abogados, para saciar la curiosidad y morbosidad de algunos de mis contados lectores. En primer lugar, revelaron que el viernes anterior, a la inauguración del nuevo edificio del CANG la directiva del colegio invitó a los expresidentes del ente, para rendirles homenaje, pero que se abstuvieron de asistir, como muestra de malestar y rechazo, los colegiados “Maynor Pinto, Dr. Villegas, Mario Chavez, Quezada Toruño, Lic. Mario Quiñonez, Lic. Cabrera, Lic. Archila, Dr. Medrano, Arturo Sierra, Lic. González, López Mijangos, Sr. Benjamín Rivas y Arnoldo Ortiz” (sic).

Con similares limitaciones me proporcionaron un listado de abogados que conjuntamente apoyarían el Gobierno y la junta directiva del CANG, así: “Lic. Martínez, cuyo único mérito es ser yerno del Presidente, Dor. Vladimir Aguilar actual Procurador, Licda. Blanca Stalin directora de Defensa Pública, Licda. Brenda Quiñonez actual magistrada, Lic. Pineda actual magistrado de la Corte Suprema del Grupo de los Seis, Lic. Manuel Alfredo Marroquín presidente del tribunal de honor del CANG, quien cumplió con la petición del presidente Perez Molina de sancionar la suspensión por un año a la Jueza Jazmin” (todo copiado literalmente).

Estos timoratos señalamientos carecen de sustento y seriedad, comenzando por la pésima sintaxis. No tomo posición a favor de abogados/as objeto de críticas o censuras, pero sospecho que los que impugnan a los aludidos, desde el infundio, también buscan su huesito y tienden a valerse del anonimato.

Advierto que entre los que se comunicaron conmigo no se incluye a nadie de los expresidentes del CANG que no asistieron al frustrado homenaje.

(El cizañero Romualdo Tishudo me dice: -¡Ay, vos Wayito, te quieren instrumentalizar!).

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