Raymond J. Wennier
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La tercera es la SOCIAL: Aquí hay que hablar mucho sobre los efectos de las drogas, desde el alcoholismo, el tabaquismo (pasó la categoría de fumar cigarrillos, de hábito a adicción), pasando por las drogas legales a las drogas más destructivas para la persona y la sociedad.

La familia es el primer conjunto social que siente los efectos de las drogas. Hay otra adicción, opino, que es una de las causas base de la drogadicción: la pobreza. Algunos dicen, “soy pobre”. Después de decirlo tantas veces, el individuo lo arraiga en su consciencia y cree firmemente que si es “pobre”, no puede salir de su condición. Añadamos a eso la posibilidad de consumir drogas y definitivamente hay un problema social. Agreguemos otro elemento peligroso que es el cómo se enrola a los jóvenes desde temprana edad, a las maras, S. A. La droga tiene un papel negativo en esa “empresa”. Todos sabemos y sentimos a diario las influencias malas para la seguridad social.

La violencia de los “narcos”, “maras”, delincuentes comunes, está destrozando las raíces de la sociedad. La droga no está únicamente en la casa sino en la oficina también, con los efectos negativos correspondientes.

La cuarta es la SALUD: Poco tomada en cuenta cuando se habla del efecto de las drogas en el ser humano. Regresemos al tabaco, al exfumador le quedan en su sistema los tóxicos del tabaco por años después. ¿Qué pasa con los que fuman marihuana? Más el agravante de los cambios de conducta que la marihuana y las otras drogas tienen en el actuar del ser humano, no quiero viajar en un avión en el que los pilotos fuman marihuana. El costo de atención médica, resultado del uso y abuso de las drogas, es enorme para la sociedad. Sin embargo, de eso no se habla.

La CIENTÍFICO/EDUCATIVA es la quinta. El mercado “inmaduro” es perfecto, no saciable nunca para la producción y distribución de drogas. Hablo de los jóvenes adolescentes; por eso es tan problemático erradicar la cadena de las drogas. Cadena mercadeo y cadena físico-mental. El cerebro del adolescente busca aventuras y a la vez placer; más si están en grupo. Es la “presión de grupo” para hacer cosas que normalmente no haría. Es el “coraje del cobarde”. Necesitan llenar la necesidad de “compañerismo”. El cerebro humano se desarrolla y aprende en conexión con otras personas. La corteza pre-frontal es la última parte del cerebro en madurar, entre los veinte y veinte y cinco años de edad. Las “funciones ejecutivas” no están arraigadas. Poder juzgar, tomar riesgos, hacer decisiones y sobre todo la postergación de gratificación inmediata es “carnada” a las drogas. El placer-recompensa, es 85% de la motivación de los jóvenes entre once y diez y ocho años de edad. La motivación es externa, “quiero” hacer algo, una y otra vez porque me da placer.

Insisto en que hay que repensar las prioridades educativas en la formación de niños y jóvenes “completos”, cabeza, corazón y cuerpo.

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