Dra. Ana Cristina Morales

Estos especialistas encontraron que todos los escritos de los suicidas buscan de una u otra manera, crear un sentimiento de culpa, procurar dolor en los deudos, instruir a los parientes en el manejo del cadáver, acusar sin pruebas, pedir perdón por el suicidio, señalar el fracaso de una relación de pareja o explicar que no encuentran sentido a la existencia.

Etimológicamente suicidio proviene de raíces que significan matarse con su propia mano, o sea, un acto intencional o deliberado de extinguir la vida propia. El 5% de los intentos de suicidio requiere tratamiento en la unidad de cuidados intensivos y el 2% muere tras la tentativa. (López, María de los Ángeles).

Las cartas póstumas, pueden conducir al entendimiento de la situación que vivía la persona que decide cometer el acto de suicidio. Sin embargo, no todas, dejan cartas. Pero, de alguna manera colocan símbolos a través de una fecha, un lugar, objetos de los que se hacen rodear, dibujos, palabras escritas sobre su propio cuerpo, en espejos, muros o pisos. Con la tecnología también puede variar la manera de comunicación de una persona suicida a través de las redes sociales, o escritos en su computadora.

El suicidio es un acto en el cual existe la premeditación en una persona de quitarse la vida. Se estima de un 12 a 20% de suicidios están acompañados de una nota pero en algunas sociedades el porcentaje puede alcanzar hasta el 50%.

De manera general en estas notas o mensajes existe un señalamiento o acusación con el afán de responsabilizar a otros de un daño grave. Consideran como ejemplo, a un menor que se quita la vida con la pistola de su padre. También se puede analizar el simbolismo de un hombre que se dispara al corazón en un catorce de febrero. Describen que al parecer existe una sensación de autoafirmación y certeza en los últimos momentos, antes de cometer el acto suicida. La sensación de que ellos son capaces de dar un regalo o un don que, amargo o dulce, no puede ser rechazado por la autoridad que la muerte le otorga. “Con lo que pretende gobernar el recuerdo, pasando por alto que de la muerte se desprende el olvido”.
En los suicidas la conducta de dejar cartas, mensajes u objetos se observa, ante todo, en los adultos mayores, como una forma de despedida que les permite conservar un poco de dignidad.

En entrevista realizada a Víctor Alejandro Payá, especialista en temas de violencia y coordinar del libro El don y la palabra, Un estudio socio-antropológico de los mensajes póstumos del suicida, comentó: “Que al suicidio se le debe considerarse como un acto profundamente humano y cultural, ya que aunque sea de forma inconsciente, el sujeto prepara su último escenario de la vida y la muerte, por ejemplo, adelanta su luto vistiendo de negro y deja un carta o documento como el acta de nacimiento, símbolo de la entrada y la salida de la vida”.

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