Por: Ángel Cuéllar Morales

Buenas intenciones no faltaron para el remodelamiento de la Sexta Avenida zona 1 y aún se trata de mantener en condiciones de un paseo peatonal, comercial y cultural, con sus pros y contras.

A pesar de los cambios, el comercio no mejoró y las ventas se mantienen a un nivel bajo, al contrario de cafeterías y restaurantes que se ven más concurridos. Los días sábados y domingos se ven más familias que acuden aprovechando su descanso, ya que en días laborales verá cientos de personas únicamente de paso.

El ruido muchas veces es insoportable, sobre todo cuando llegan grupos con instrumentos de percusión, tambores y otros, o predicadores que gritan de manera estruendosa, afectando a quienes trabajan o viven en los pisos altos. Eso sí, siempre verá desfiles o manifestaciones de grupos de todos los colores cuando menos lo espera.

La seguridad es pobre, principalmente en los parques Central, Centenario y calles aledañas, donde puede ser asaltado y golpeado. Verá agentes de Emetra y Policía Municipal que solo hacen presencia pero casi no intervienen cuando suceden hechos delincuenciales. Después de las siete de la noche desaparecen y no se ve ni un policía de la PNC.

Proliferan los cuidadores de carros, vendedores de a pie y en muchos casos vagos fumando marihuana, que deja un olor intolerable, no digamos los días viernes cuando se llenan los bares sobre la 9a. calle y 7a. avenida, que por supuesto no extienden facturas.

Es necesario educar a los peatones y pilotos automovilistas a respetar los semáforos, a no parquear en doble vía, a no convertir calles en embudos como ocurre en la 10ª. calle entre 5ª. y 6ª. avenidas, dónde se parquean al lado izquierdo. Cuando sucede esto no hay un policía de tránsito que imponga orden.

Es necesario que Municipalidad, Policía Nacional Civil y vecinos trabajen juntos para que no se siga deteriorando esta arteria peatonal que puede ser un atractivo turístico de interés por ubicarse ahí el Palacio de la Cultura, museos, iglesias y otras edificaciones.

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