Edith González
 
Hombre sencillo, de palabra suave y pensamiento claro, llegó casi a hurtadillas a la Primera  Sesión de la Red de   Cronistas de Guatemala en la Universidad Galileo,  y fue el número siete en firmar el acta constitutiva.

Y de ese momento, en los siguientes años, fue importante en  la Red a la cual atendía con dedicación y trabajo, explicando que no podía asistir a actividades en el extranjero, pues debería de atender lo que era su vida, su pasión y su trabajo: las ferias de nuestros pueblos.

El fin de semana anterior murió. Y su muerte deja un enorme vacío en nuestras ferias, porque él siempre estaba innovando, creando y dando nuevas formas a estas tradiciones guatemaltecas.
Carlitos, así lo llamábamos en la Red, realizaba investigaciones de las ferias, buscaba soluciones a los siempre eternos problemas de las ferias, encontraba nuevas opciones para el mantenimiento y crecimiento de las mismas.

Se oponía a que en las ferias se eligieran reinas de belleza… “las ferias tradicionales de Guatemala nunca tuvieron reinas de belleza”, sostenía. Mantuvo a lo largo de su vida en las ferias, constantes y férreas luchas con autoridades municipales, que en ocasiones negaban el espacio, o incrementaban abruptamente y sin medida el impuesto de “piso de plaza”.

Requerido por las radios, especialmente con programas de marimba o los programas de televisión dedicados al marco cultural nacional “Don Carlitos Baylon está en línea para hablarnos de las ferias”, refería Pepe Valladares en radio Sonora cuando lo presentaba y era prodigo el entrevistado para comentar lo que sucedía en el espacio ferial.

“Cada quién habla de la feria, según le fue…” terminaba su presentación y con ello, Carlos Baylon estaba aportando a la cultura guatemalteca.

Carlos Baylon era el hombre que conocía a cada uno de los integrantes de la feria, por nombre y apellido, al igual que a sus familias, el tipo de actividad que ejercía, en donde se le encontraba, quienes eran los proveedores y otros detalles.

Durante una feria de Agosto, en la capital, hubo dos actos delictivos en contra de los  expositores y durante seis meses estuvo en el caso hasta lograr que los autores de estos hechos, fueran capturados y consignados a los tribunales.

Esto, y otras muchas cosas más, dedicadas a dignificar la feria, le valieron el reconocimiento de los actores de las mismas quienes lo veían como el “componedor de todo”.

Hoy Carlos Baylon se ha ido,  ya no está entre nosotros, pero sigue vivo en  su enorme trabajo para lograr que las ferias fueran respetadas y dignificados los trabajadores de las mismas.

Contaba una experiencia en los Ángeles, California,  Estados Unidos, cuando para una “Feria Chapina” en esa ciudad, se llevó a un grupo ferial guatemalteco. El propio gobernador del Estado los visitó en  el campo y les entregó un certificado de reconocimiento, alabando su trabajo.

En Guatemala se lamentaba que  los alcaldes negaban el espacio y lo concedían tras una “mordida”.

Descanse en paz, CARLOS BAYLON, lo vamos a recordar con cariño en la Red de Cronistas de Guatemala.

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