Lic. Américo Cifuentes Rivas

El GORDO DUARTE ha sido un dirigente político que desde joven, en Chiquimula, se incorporó al trabajo de URD y del FUR; es un consecuente y firme luchador por mantener la memoria histórica de Manuel Colom Argueta y demás mártires del FUR: Rolando Andrade Peña +, Jorge Jiménez Cajas +, Abel Lemus +, Abraham Ixcampanic +, César Andrade +, Arnoldo Medrano (padre) + y otros con quienes engrandecimos el movimiento que generaron Manuel Colom Argueta + y Adolfo Mijangos López +. Como el FUR es constituido por mujeres y hombres de pensamiento y espíritu profundamente democrático con Carlos Duarte, Humberto González Gamarra +, Carlos Morales Cordero + y otros tuvimos debates, inclusive confrontaciones, en cuanto a nuestros puntos de vista y a las estrategias a seguir, que algunos han creído que eran diferencias destructivas, pero no, siempre arribamos a posiciones unitarias y nunca permitimos la desunión o el éxito de fuerzas que pretendieron dividirnos. Hoy el Gordo Duarte está atravesando un mal momento que esperamos que sea pasajero para continuar juntos con el resto de compañeros en el trabajo ciudadano que Guatemala nos demanda, para bien y alegría de su esposa Yolanda, hijos y nietos. Otro gran amigo y de mi familia, JORGE MARIO CAJAS CUESTA, cuya relación data de más de cincuenta años, una persona noble, seria, bondadosa y culta también se encuentra en un momento de quebrantos de salud, momentos en cama del hogar y momentos en centros médicos. Con COCO CAJAS, miembro de una familia por demás honorable, hermano de las distinguidas abogadas María Luisa Cajas Cuesta y Esmeralda, de Auri y Carola Cajas Cuesta, entre otros, tenemos épocas de no vernos, pero siempre estamos pendientes y atentos uno de otro para prestarnos auxilio, ayuda o consejo, es un caso realmente de una verdadera amistad que muy pocas veces se presenta. Con Jorge Mario nos conocimos el mismo día en que yo conocí a quien hoy es mi esposa, hace más de cincuenta años y desde entonces siempre hemos estado en una relación extraordinaria. Para ellos elevamos nuestras plegarias para su pronta recuperación y su incorporación a los quehaceres cotidianos, para alegría y tranquilidad de sus seres queridos y para nosotros, sus amigos.

Artículo anteriorLa aldea global
Artículo siguienteFrases célebres