Roberto Arias

La asistencia del Presidente guatemalteco a una entrevista con el estadounidense sobre el tema de los Niños Migrantes fue un verdadero fracaso para Guatemala, tal y como se esperaba, en virtud de que lo solicitado es algo inconsistente y vejatorio. Guatemala necesita recuperar su ultrajada dignidad.

El Diario La Prensa de Honduras, el 25 de julio de 2014 dice refiriéndose a Guatemala: “… el jefe de Gobierno manifestó su satisfacción por la reunión con el Presidente estadounidense, de la que se obtuvo el compromiso para que los niños migrantes indocumentados sean ahora mejor atendidos y respetados sus derechos.” Mientras, tragicómicamente, en Guatemala campea la desatención, el irrespeto y la violación de los derechos integrales de los niños guatemaltecos, marginados en su propio país.

Todo país del mundo tiene la obligación de resguardar sus fronteras. Los Estados Unidos no es la excepción. No podemos, los países que hemos fracasado social, económica y políticamente, ir a pedir “por vidita suya” que reciban en otro país lo que nosotros no podemos resguardar en el nuestro por negligencia ciudadana y corrupción gubernamental.

Debe quedar muy claro a los guatemaltecos que la responsabilidad de que los niños migren es del gobierno actual; es decir, de Otto Pérez y Roxana Baldetti, porque los problemas sociales, la corrupción y la criminalidad se han expandido exponencialmente y, ellos han hecho caso omiso de sus responsabilidades como gobernantes para solventarlos y, tristemente, varios medios de comunicación se prestan a la falacia… al timo.

La ley jamás ha sido justa. La verdad es justicia. La búsqueda de la verdad es sinónimo de búsqueda de la justicia. Si el Pueblo de Guatemala busca la verdad, encontrará que los gobernantes actuales han “gobernado” en función de sus privilegios personales y en función de sus privilegiados que se concentran en las supercúpulas económicas -“los financistas”- y en los burócratas nombrados en posiciones de poder de ejecución de los contratos onerosos para la ciudadanía, combinando el corrupto balón con los diputados. ¡Qué irresponsabilidad!

La población tiene la obligación de deducirles responsabilidades a los ciudadanos Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, actuales presidente y vicepresidente, por haber permitido que Guatemala llegara a extremos de permitir la fuga de niños guatemaltecos, como en tiempos de “la guerra interna” y, más aún, junto a la Fiscal, Telma Aldana, criminalizar a los mismos guatemaltecos por permitir a sus hijos intentar fugarse del hambre y la indigencia… debido a la miserable negligencia y corrupción gubernamental.

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