Walter Juárez Estrada

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Un sueño y una realidad que se perdió, que no se olvida…  Que el pueblo juzgue la inacción de los organismos de investigación y justicia, que se han asociado para proteger a los exfuncionarios de cuello blanco del desaparecido Banco de Comercio y  Urbanizadora de Comercio, que furtivamente se esfumaron y salieron del país, refugiándose en el extranjero, disfrutando a cuerpo de rey, el dinero que se “robaron” descaradamente de los inversionistas que en mala hora confiaron sus ahorros de años de trabajo, en una entidad bancaria.

Los años han pasado debajo del puente y se recuerda aquél día del 12 de enero de 2007, que gobernaba Óscar Berger,  los medios de prensa informaban de la quiebra y cancelación del Banco de Comercio. La noticia se extendió en toda la República, que impactó a los miles de inversionistas al saber que sus ahorros de muchos años de trabajo, se habían esfumado con la complacencia y corresponsabilidad de los que dirigían la Superintendencia de Bancos y la flamante Junta Monetaria.

Las víctimas de ese robo descarado en mansalva y con la complicidad indirecta de quien ejercía el gobierno, no salían de su asombro. Algunos al no ver recuperado su dinero de años de sacrificio, desvelos y lucha constante, fallecieron del impacto que les causó esa desafortunada noticia. Unos se suicidaron al ver la inacción de las autoridades, otros más fueron víctimas de diabetes, enfermedades crónicas y sobreviven unos de la caridad de la familia, de amigos y persona generosas que los auxilian al ver que lo que habían logrado de años de trabajo, se había perdido.

Los miles de afectados del citado banco, exigen que se haga justicia. Que el Ministerio Público, actúe como es su obligación y no vea ese sañudo caso como mediático y político para perseguir a personas que no son de su agrado, que los órganos encargados de hacer justicia, se pongan frente al espejo de la realidad y se golpeen el pecho de que sus acciones han beneficiado a los personeros de la extinta entidad bancaria.

Varias fiscalías han conocido  el  caso, entre ellas del crimen organizado, Unidad de Bancos, la FECI. Ese cambio de fiscalías ha retrasado la investigación. Los agraviados con ese robo, demandan que los tribunales ordinarios, actúen con celeridad. Actualmente uno de esos procesos está engavetado en la Corte de Constitucionalidad, por las apelaciones de las partes,  como no es de índole político, el magistrado ponente no resuelve y es aquí, donde los afectados exigen que se actúe con celeridad, para recuperar su dinero.

Se conoció en su momento que los directivos del Banco, salieron del país  con la anuencia del exgobernante Berger, por la amistad que tenían con el exmandatario y están refugiados en Europa, y hasta ahora no ha prosperado la extracción, que en reiteradas ocasiones se ha solicitado  y esos delincuentes protegidos por el MP, el Organismo Judicial, y ahora por la CC esperan que pasen los 20 años, para que la obligación desaparezca, lo que no se debe permitir.

La supuesta quiebra del Banco de Comercio y Urbanizadora de Comercio, es un hecho sin precedentes, que no debe quedar impune y tienen responsabilidad de esa aparente quiebra los principales exfuncionarios de la banca, María Antonieta del Cid de Bonilla, quien presidía el Banco de Guatemala y el corrupto Superintendente de Bancos Willy Waldemar Zapata Sagastume, refugiado en México.

Los afectados por esa supuesta quiebra exigen la devolución de su dinero y se reitere la extradición de los personeros bancarios Carlos Enrique  Abularach Zablah, Carlos Enrique Lowenthal Arceyus, Jorge Ibarra Rivera-Iglesias  y Claudia María Robles Morales, exmandataria de la entidad bancaria. Uno de los mencionados fue diputado y otro falleció.

Por varios días los afectados de ese robo,  en el Ministerio Público, en la Torre de Tribunales y la Corte de Constitucionalidad, exigiendo justicia, están dispuestos a reiniciar su su actividad y esperan que al renovarse el Organismo Judicial, los nuevos magistrados y jueces, actúen con consciencia y responsabilidad.

Esperan que el pueblo juzgue a esos malos funcionarios del Ministerio Público, Jueces, Magistrados y de la Corte de Constitucionalidad, que consideren que las víctimas de esa salvajada, han perdido la vida,  por  su avanzada edad, por enfermedades  crónicas. El tiempo ha pasado y los años se han esfumado y no ven  que una estrella del cielo les alumbre su futuro  y de su familia. Esperan justicia pronta y cumplida.

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