Walter Juárez Estrada

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El proceso de selección y elección de los funcionarios judiciales, debe tener un cambio, y evitar los vicios de nombrar a magistrados de todos los tribunales de justicia, a profesionales del derecho con pésimos antecedentes, evento que en última instancia es político, al dejar que los diputados mediante sobornos, dádivas, vínculos políticos con el gobierno de turno y sectores económicos, elijan a los menos idóneos. Hay antecedentes de estos hechos. Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que prolongaron sus funciones más de los 5 años que regula la Constitución, fueron elegidos por los diputados de los expartidos oficiales de aquella época, PP y Lider.

El funcionamiento de la Justicia en Guatemala, desde hace años ha venido en una picada constante. Los magistrados de los altos tribunales, resuelven a conveniencia y  no ajustan los autos, resoluciones y sentencias a lo que regula la carta magna, la ley del Organismo Judicial y otras leyes secundarias. Condenan a inocentes y absuelven a culpables. Los jueces que actúan de esa manera, son ya conocidos por toda la población y se mantienen en el cargo, porque reciben consignas políticas  y económicas.

Casos de esos hay muchos. El encausamiento arbitrario e ilegal del ingeniero Jose Rubén Zamora Marroquín,  sin condena desde julio de 2022 y  así como el caso del expresidente del desaparecido diario El Periódico hay otros que son conocidos por la población y organismos internacionales.

Está el proceso de selección de los futuros magistrados de las altas  Cortes. Se conoce que los mismos operadores de siempre y los futuros postulantes han ofrecido dinero a los diputados, como ha sido usual en otros eventos similares. Toda vez no se cambie o modifique la Comisión de Postulación, el proceso siempre será viciado, político y corrupto.

La justicia es una de las que más preocupa al guatemalteco, que ha expresado su malestar por la forma en que la ley se aplica. Ahora que se está en un proceso de selección, no debe permitirse la reelección de los magistrados de la actual CSJ y Salas de apelaciones,  es volver a lo mismo.

Connotados profesionales del derecho, con amplia capacidad, honradez, idoneidad, se abstienen de participar, porque conocen a los operadores políticos, que les exigen elevadas sumas de dinero y otras obligaciones. La situación del sistema de justicia en el país, es producto del abandono de sus instituciones.

Se espera que el proceso de selección y elección de los futuros magistrados de la Corte Suprema de Justicia, Salas de Apelaciones, Corte de Constitucionalidad, sea público y se dé a conocer con tiempo la nómina de los  aspirantes y se acepten tachas de aquellos aspirantes que tienen un récord de corrupción, que están ligados a los corruptos y a los políticos que ostentan el cargo de dignos, es, todo lo contrario.

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