La corrupción es uno de los grades males que ha contaminado a los últimos cuatro gobiernos y ha frenado el progreso de Guatemala. Se han beneficiado funcionarios, políticos que se asocian con los que tienen el poder con la complicidad de sectores económicos que son los grandes ganadores en todos los regímenes y han tenido al guatemalteco abandonado especialmente en el área rural. El presidente Bernardo Arévalo se enfrenta a grandes desafíos para terminar con la corrupción. El llamado pacto de corruptos que se reeligieron en el Congreso, continúan con mismas mañas, saboteado al nuevo gobierno, al sufrir el rechazo del pueblo en los comicios del año pasado. Toda vez no haya un cambio profundo en el Ministerio Público, en los tribunales y en otros organismos de justicia, la situación seguirá igual, por mucho voluntad y patriotismo que se tenga para que Guatemala, sea el país que deseamos los honrados.
La corrupción no es nueva. Sentó sus raíces en los últimos cuatro gobiernos. Arévalo ha sido claro y reiterativo que su misión es terminar con el pacto de corruptos. Hay varios ministerios donde la corrupción sentó sus bases. Comunicaciones, Educación, Salud Pública, Gobernación y en todos los organismos del Estado y es aquí donde los órganos de investigación y fiscalización deben poner mucha atención y accionar contra todos esos grupos que se aprovecharon para robar y dejar en pobreza extrema al guatemalteco que se obliga a migrar e incluso a morir.
La Ministra del MICIVI. Jazmín de la Vega, ha detectado los grandes focos de corrupción en toda el área de esa entidad y ha dicho que ya denunció a los responsables, pero hasta ahora no se ve nada claro en el MP. y la CGC. En Educación la ex titular de esa cartera Claudia Ruiz, pactó con el dirigente magisterial Joviel Acevedo y se les debe investigar.
Salud Pública, también fue un foco de corrupción y el nuevo titular Oscar Cordón ha hecho milagros para evitar el desabastecimiento de medicinas en los hospitales nacionales y no afectar a miles de pacientes. En gobernación es otro ministerio que ha sido atrapado por la corrupción.
Los grandes retos de Arévalo y su equipo es cumplir con sus promesas de campaña, pero si no hay cambios el el MP. y la Corte Suprema de Justicia, no acelera la solicitud de antejuicio contra la Fiscal Porras Argueta y se resuelvan las recusaciones de la relacionada y si los jueces siguen actuando fuera de la ley, todo se quedará en promesas, pero el pueblo debe exigir que todo cambie y que Guatemala, sea lo que todos queremos…