La Organización de Estados Americanos, ve con preocupación excesiva la judicialización del proceso electoral en el país, poniendo en duda la credibilidad del Ministerio Público, de los Tribunales, que deben actuar con apego a derecho, sin matices políticos y aceptar la voluntad del pueblo, en la segunda ronda electoral del 20 de agosto, cuando decida por quién de los dos aspirantes que lograron alcanzar el balotaje en las elecciones del pasado 25 de Junio, es el ganador de la presidencia.
El Consejo Permanente de la OEA escuchó con atención el informe del secretario general, Luis Almagro, que estuvo en Guatemala, por “invitación especial” del presidente Alejandro Giammattei, para despejar las dudas por la injerencia que el gobernante ha tenido en su mandato con los Organismos del Estado, especialmente con el Tribunal Supremo Electoral, que ilegalmente no permitió la inscripción de cuatro candidatos presidenciales.
Almagro y su delegación en Guatemala, se entrevistaron con el mandatario, magistrados de la CC. Corte Suprema de Justicia, Tribunal Supremo Electoral, dirigentes políticos y sectores vinculados en el proceso electoral. Cada uno dio su versión y su inconformidad con las acciones del M.P. contra el ente electoral y el proceso de una supuesta irregularidad de la inscripción del Partido Semilla, que postula la candidatura presidencial de Bernardo Arévalo.
Se acordó al concluir su informe el dirigente de la OEA que los observadores internacionales de varios países del continente americano y de Europa, permanezcan en Guatemala, hasta el 14 de enero, cuando tome posesión el nuevo presidente de la república. El diplomático fue claro en señalar que la judicialización de los procesos electorales en el país ha sido una constante y pone en riesgo la democracia y exhortó a todos los sectores que están directamente vinculados al proceso electoral, que se debe respetar la voluntad del pueblo y que el presidente Giammattei, cumpla la promesa de resignar el cargo al presidente que elija el pueblo.
Se espera que los tribunales de justicia, especialmente la Corte de Constitucionalidad, si los inconformes con el resultado de las elecciones del 20 de agosto, no están de acuerdo con la voluntad del pueblo expresada libremente en las urnas, no violenten, ni criminalicen el proceso electoral, ello denotaría falta de cultura cívica y democracia, y sería otro pésimo ejemplo para Guatemala, que está en la mira internacional, por lo que se dice que el presidente Giammattei, no le resignaría el cargo si en el eventual caso ganaría Bernardo Arévalo, según las mediciones de intención de voto de varias entidades.