Walter Juárez Estrada
El guatemalteco debe tener plena consciencia, responsabilidad de no dejarse engañar, ser atrapado por políticos inescrupulosos que ofrecen dinero, reducción de impuestos y un cambio total si el voto les favorece. Ofrecer regalos en una campaña electoral, está penalizada por la ley electoral y nadie es superior a la ley; es obligación del pueblo votar en los comicios del 25 de junio, por el menor corrupto, que tenga plena garantía de cumplir con lo que ofrece, hacer un pacto, si a medio mandato es rechazado, someterse a una consulta popular y dejar el cargo. Cuestión que resulta cuesta arriba y el pueblo debe unirse y pedir su dimisión.
Guatemala desde hace años está sumergida en una descomposición social por los pésimos políticos que han dirigido el país, se asocian a narcos para su financiamiento y eso les ha permitido la cooptación de todos los organismos del Estado, que actúan con intereses políticos. Casos claros los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y tribunales colegiados que han prolongado sus funciones contraviniendo lo que regula la Constitución. Un Ministerio Público, que actúe de acuerdo con la ley, que obedece consignas, una Corte de Constitucionalidad que no ajusta sus fallos, ser garante que la Constitución es la ley superior, que no está sumisa, que el Tribunal Supremo Electoral, ser garante de todo proceso electoral, no favorecer a grupos oficialistas, por presión o por paga.
No se debe permitir la reelección de diputados y alcaldes, vinculados a narcos y a grupos oficialistas. La oportunidad es ahora, hacer un cambio en la estructura de todos los organismos del Estado. Si volvemos a lo mismo seguiremos igual. Con violencia, corrupción, con marcado atraso en la educación con carreteras en pésimo estado, con deuda millonaria, en la mira internacional por tener en los puestos públicos a corruptos con tacha para entrar a Estados Unidos y con una migración de millones de guatemaltecos que desafortunadamente en su país, no logran sobrevivir, que son atrapados por coyotes y narcos mexicanos, que se aprovechan de su inocencia. Deben luchar porque baje la canasta básica que se ha disparado perjudicado a un pueblo muerto de hambre
Más de 9 millones de guatemaltecos serán los que decían el futuro del país en los próximos cuatro años. Votar por los mismos será un atraso. Aceptar regalos y ofrecimientos que no se cumplen es una estafa y un engaño. Se considera que el proceso electoral, será violento. Se han dado los primeros incidentes en un municipio de Alta Verapaz, cuando simpatizantes de dos agrupaciones, protagonizaron un incidente que obliga a la autoridad, a sancionar drásticamente a sus protagonistas que no cumplieron con el pacto que firmaron.
Se tienen identificados los departamentos que están en línea roja, que pueden provocar violencia en las elecciones generales y es obligación de la autoridad electoral, actuar con drasticidad para dar certeza y credibilidad en los comicios, proceder con arreglo a derecho sin privilegios. 30 partidos políticos están registrados para éstas elecciones. 25 candidatos están confirmados para participar en los comicios. Son pocos los que gozan de la simpatía popular y han ofrecido de todo, pero estamos seguros que son promesas politiqueras que no van a cumplir y es un engaño para aquél guatemalteco que por necesidad es atrapado por los políticos, especialmente aquellos que por años han estado en Congreso.
Este proceso electoral está conformado por 34 clanes familiares en línea directa y política. Jimmy Morales que de payaso-comediante saltó a la presidencia, sin tener capacidad, apoya a su hermano Sammy, para ser ungido como presidente, asegurando el postulante que no es de izquierda, ni de derecha sino del centro y el exmandatario quiere seguir en los puestos públicos como diputado y viviendo a cuerpo de rey, hecho que de permitirse es una dura afrenta para un pueblo que está necesitado de salud, educación y de seguridad.