Walter Juárez Estrada
Un calvario ha resultado para miles de guatemaltecos que, por la vía electrónica, los que tienen acceso a este mecanismo, han solicitado la extensión de su pasaporte y por esta vía se les informa que dicho documento, no se les puede extender a corto plazo y se les indica que tienen que posponer su cita para seis u ocho meses. Sin embargo, en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, deambula una gavía de tramitadores que se acerca a los interesados diciéndoles que ellos tienen “conectes” o que conocen al personal de lo que antes fue la Dirección General de Migración, pero tienen que cubrir en vía de mordida una suma elevada de dinero y en poco tiempo pueden tener su pasaporte.
A diario se puede ver las grandes filas que hacen los interesados para obtener su documento y así viajar al extranjero, en vía de negocios, para visitar a un familiar o en vía de descanso. Esta situación que se da en migración, que no es más que la corrupción que por años ha sido un flagelo que han tenido todos los gobiernos. Da vergüenza y a la vez indignación que un gobierno como el de Alejandro Giammattei, no logre romper con esos frágiles hilos de la corrupción, que por supuesto constituye una coacción que genera pérdidas a miles de connacionales que por necesidad acuden a la oficina de esa institución y que de esto tiene conocimiento las autoridades de la entidad, que saben y conocen quiénes son los tramitadores que hacen dinero de manera ilícita asociados a los empleados de inmigración que sin mayor recato les extienden dicha cartilla a los connacionales.
En el gobierno existe una unidad creada por Giammattei para combatir la corrupción, pero esta dependencia no es más que una entidad burocrática para refugiar amigos del mandatario quien debe estar plenamente consciente que no es más que una entidad burocrática sin ningún resultado. Hasta hoy no se tiene conocimiento que la unidad contra la corrupción del gobierno, denuncie o promueva acciones en el Ministerio Público, para investigar y llevara los tribunales a los corruptos que hay en este régimen.
Lo que aquí decimos, no es nada nuevo, sino la verdad. Es vergonzoso que una entidad como el Instituto Nacional de Migración, que tiene relación directa en el extranjero, sea una dependencia corrupta y obliga al Ministerio Público a abrir una investigación sobre esa corrupción y a llevar a los tribunales a estos corruptos de cuello blanco que se aprovechan de las necesidades del pueblo para lucrar a costa de gente, especialmente del interior de la República que tiene que viajar cumpliendo todos los requisitos de ley pero que esa corrupción, colisiona con el desorden que existe en esa dependencia y que obliga a las autoridades, en este caso al MP, como hemos dicho, a investigar y romper con esa corrupción que tanto daño y perjuicio por años le ha causado a Guatemala.