Walter Juárez Estrada

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  WALTER JUÁREZ ESTRADA

 Los partidos políticos legalmente constituidos, son instituciones de derecho público, y quienes cuentan con personería jurídica propia y con duración indefinida, claro que esa duración está sujeta al cumplimiento de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, y quienes estas instituciones son en la que se fundamenta el derecho a ser electos para puestos en la administración pública y el Congreso de la República, por lo que supuestamente deberían ser personas totalmente probas las que deberían ser electas en los cargos de elección popular. Antes de la expulsión de la CICIG, el ex Comisionado Velásquez relato por medio de un informe que todo origen de corrupción eran los partidos políticos y la forma en que eran financiados los mismos; después de ellos y eso cuando el pacto de corruptos y sus actores políticos les conviene respetan los plazos de elección, verbigracia la elección a Magistrados de Corte de Constitucionalidad, Fiscal General y los Magistrados del Tribunal Supremo Electoral entre otros. Este grupo de se dio a la tarea de coaptar las instituciones del estado con el fin de tener el dominio total y no dejar que vuelva pasar situaciones fuera de común cuando estaba la CICIG y la ex fiscal Thelma Aldana.

Es el Congreso de la República quién ostenta el poder real, ya que el ejecutivo depende de sus votos para aprobación de leyes, presupuestos y estados de excepción y de calamidad, en los cuales se benefician todos de la misma corrupción, sin importar que tengan una visión distinta de sus ideas o pensamientos políticos, en pocas palabras el pacto de corruptos se ha beneficiado de los resultados electorales para coaptar todas las instituciones, el pacto de corruptos tiene a sus principales operadores en las cortes e instituciones, quedando a salvo uno que otro juez e instituciones.

Sin una Ley Electoral de partidos políticos sólidas y transparente, no tendremos una democracia sólida y transparente, en la actualidad Guatemala cuenta con alrededor de  17 partidos vigentes, aunque algunos sufren procesos de cancelación por lo que el número de estos podría reducirse ostensiblemente a 14 de confirmarse dichas acciones de cancelación, además cuenta con varios partidos en formación, que claro esta se suman a los partidos vigentes para correr en un proceso electoral; lo interesante de ello es que casi todos o todos buscan nada más tener una agrupación política para poder ejercer una cuta de poder y alcanzar con ello lo que les depara el poder, sea en las corporaciones municipales,  o bien en el Congreso de la República, y con suerte la Presidencia de la Republica.

Hasta ahora se mencionan varios aspirantes a la Presidencia de la República, pero los cambios pueden surgir a último momento cuando se convoque a elecciones. Lo importante es ver caras nuevas y no grupos desgastados que mucho daño le han hecho a Guatemala. Si los jueces electorales no dan muestras de idoneidad e imparcialidad, el proceso electoral marcara una abstención que puede ser la gran ganadora, porque el guatemalteco desconfía de los aspirantes a puestos de elección popular, que en campaña política ofrecen de todo, pero en el cargo cambian radicalmente, como ha ocurrido con el actual mandatario Giammattei, que engaño a quién en él confiaron los guatemalteco y que llegó al cargo como un voto de castigo con su rival Sandra Julieta Torres Casanova, que por tercera vez pretende postularse pese que hay denuncias penales en su contra. Los políticos tienen un enemigo a la vista: el Covid-19, que ha causado más de 16 mil fallecidos, miles de infectados. Toda vez las cifras sigan en ascenso la prohibición para concentraciones masivas serán restringidas que perjudicara por supuesto a los aspirantes que no podrán promover sus aspiraciones, aunque muchos políticos han desafiado a las autoridades que desde hace meses están en campañas anticipadas, pese que hay una prohibición tácita, pero eso les ha importado poco. Lo que si es cierto es que desde hace años el pueblo ha perdido la fe en los políticos, Las ideologías están sepultadas. Los que se han lanzado a una elección, están del brazo del narcotráfico, que se han perfilado como los grandes héroes de la política criolla guatemalteca, porque son los que financian a candidatos de todo tipo como ha quedado evidenciado en los últimos procesos donde Mario Estrada, preso por narco en EE.UU. tiene diputados vinculados al a estos grupos delictivos, que con el mayor de los descaros han llegado al extremo ser directivos del corrupto Congreso.

Se conoce que se sustancian diligencias para registrar nuevos partidos. Algunos que han sido cancelados cambiaron de nombre, pero los rostros de sus dirigentes son los mismos corruptos de toda la vida. No se confía en los organismos del Estado, donde la figura central es el presidente Gimmattei, que coopto hasta la Corte de Constitucionalidad y no digamos el Organismo Judicial donde los magistrados del alto tribunal y salas de apelaciones, han prolongado más de 5 años su función lo que nunca había ocurrido en  un régimen democrático, solo en las dictaduras.

El año2022 decíamos que tendrá problemas. El Congreso al reiniciar su actividad debe convocar a la comisión que deberá conocer la nómina de los 6 aspirantes a Fiscal General y Jefe del Ministerio Publico, además buscará destituir al Procurador de los Derechos Humanos y el sector Privado buscara consolidar la figura de Ex Presidente del Congreso Alvaro Arzú Escobar debido a la desconfianza que pesa sobre al señora Zury Ríos, y la oposición por manejar agendas propias no se hará un frente común, lo va en detrimento de nuestra querida Guatemala.

 

 

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