Walter Juárez Estrada
Guatemala, desde hace décadas está sumergida en una crisis institucional, derivada de la incapacidad de los que el pueblo eligió, que han amasando dinero ilícitamente, por los marcados desaciertos se ha pedido la dimisión de sus gobernantes, como ocurrió en agosto de 2015, que forzó a Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti a dimitir por apropiarse de millones de la hacienda pública.
Ninguno de los Organismos del Estado, quedan exentos de ésta condena, hasta la 8ª magistratura de la Corte de Constitucionalidad, por fallos adversos de los recurrentes, por no cumplir con la norma constitucional. Da vergüenza que Guatemala, haya alcanzado un alto grado de incredulidad más allá de las fronteras patrias, al imputar a funcionarios de actos espurios y motivó la incursión del territorio nacional, de personajes de alto perfil de los Estados Unidos, entre ellos, la vicepresidenta Kamala Harris, que exhortó a las autoridades, a cambiar el rumbo y sean drásticos contra la corrupción.
Ha causado indignación que 20 guatemaltecos incluyendo a un expresidente, diputados, magistrados, políticos y otros, tengan tacha para visitar los Estados Unidos, pues se ha comprobado que valiéndose del cargo, saquearon la hacienda pública o bien están vinculados a cárteles del narcotráfico. Con la pandemia que ya cobró más de 9 mil fallecidos y miles están infectados, se han abierto las puertas para exigir al presidente Giammattei y a la ministra de Salud, Amelia Flores, cumplan con las exigencias y demandas para vacunar a la población, pero pareciera que ambos funcionarios, especialmente el jefe del Ejecutivo, hacen de oídos sordos y mienten, que han forzado a grupos reputados se unan para pedirles su renuncia.
Giammattei, debe poner atención a las demandas de sus compañeros de promoción de Liceo Guatemala, que piden su dimisión. La crisis institucional es, producto del robo y el saqueo y es aconsejable que el gobernante le dé el papel que la Constitución, le asigna al vicepresidente Guillermo Castillo Reyes, para evitar que el vicedignatario, reitere la petición de renuncia conjunta como lo hizo meses atrás sin resultados, por los errores del Presidente de decisiones que no encuadran en un mandatario.
Si Giammattei, hace oídos sordos a esas exigencias, el pueblo llenará las plazas, como lo hizo contra Pérez-Baldetti, que están encausados por corrupción y penden condenas por años. Las personas infectadas han exigido se acelere la aplicación de la vacuna para evitar la muerte y miles echaron mano a sus recursos y viajaron a EE. UU. y México donde se les aplicó la vacuna.
Es desagradable que Giammattei para afianzar su gestión tiene como sus aliados a personajes de malos antecedentes como Sandra Julieta Torres Casanova que está sindicada en los tribunales por financiamiento ilícito cuando lideró la UNE. Los de la UCN, de Mario Estrada Orellana, capturado y condenado por narco en Estados Unidos. Si el mandatario quiere honrar a los que votaron por él, es tiempo de encausar su gestión por rumbo diferente, de lo contrario lleva el camino de Pérez y Baldetti, pues se insistirá en su renuncia y juzgamiento.