Walter Juárez Estrada

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Walter Juárez Estrada

Dignas de rechazo son las declaraciones del presidente Giammattei en la víspera de la visita de la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, al asegurar que el trabajo del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad Juan Francisco Sandoval Alfaro, es parcial con sesgo político a la izquierda. El mandatario no debe inferir en una institución que se rige por la Constitución y su Ley Orgánica, hacerlo público, denota incapacidad y mala fe, para congraciarse con los que ahora son piezas de apoyo en su gestión, entre ellas la ex aspirante presidencial y ex dirigente de la UNE Sandra Torres Casanova, que está siendo sindicada en los tribunales por varios ilícitos en el proceso electoral de 2015, por financiamiento ilícito.

El gobernante en una entrevista a una agencia internacional de prensa, sin tener una base y soporte para hacer informaciones infundadas, para causar temor o por venganza, porque el fiscal Sandoval Alfaro, ha promovido sendas denuncias por la corrupción rampante en los gobiernos pasados y en el presente, que no se escapa de que en su momento allegados suyos por corruptos sean encausados y debe saber que los millones que se han erogado para la aplicación de las vacunas contra el Covid, no han sido manejados con honradez y transparencia.

La FECI fue creada mediante un acuerdo de la fiscal Porras Argueta al no prorrogarse el mandato de la CICIG en el gobierno del ex presidente Morales, que entró en conflicto con el comisionado Iván Velásquez, en represalia por las denuncias por financiamiento ilegal cuando fue dirigente de su partido FCN-Nación. Giammattei desconoce o trata de no darle prestancia al reconocimiento del fiscal Sandoval Alfaro del gobierno de los Estados Unidos y de la comunidad europea, al severo contra la corrupción.

El temor para que desaparezca la FECI es latente y está en la mira internacional, lo hizo ver al canciller guatemalteco Pedro Brolo, el Secretario de Estado de los EE. UU. Antony J. Blinken, al decir que le preocupa el posible cierre de dicha unidad. Es lamentable que la fiscal general Consuelo Porras Argueta no se pronuncie contra las acciones del fiscal Sandoval, quizás por envidia y malquerencia, al verse relevada a un segundo plano.

Sandoval Alfaro le restó credibilidad a las declaraciones de Giammattei, al decir que cada persona es libre de penar y tener su propia ideología y que en su caso él trabaja de acuerdo con la ley y no se presta a juegos ideológicos y políticos, como lo dejó entrever el gobernante, pues su dicho deviene de una venganza si se quiere juzgar desde ese ángulo; el presidente es muy dado a exabruptos, lo dicho contra el jefe de la FECI no debe ser tomado en cuenta porque es una especie de berrinche, de un político ya pasado de moda, por sus marcados desaciertos.

Es oportuno que el señor Giammattei corrija sus errores y se vea en el espejo y si está encuadrado en sus ofrecimientos y se le recomienda que remueva al ministro del MIDES Raúl Romero, que se exhibió con unas ménades libando licor, según una publicación de prensa, que ratificó que la gráfica es original y no hubo montaje, como aseguró el funcionario.

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