A Mauro Calanchina (+Sept. 2008), fotógrafo y miembro de la resistencia popular, in memoriam.
Cada día, la real politik se va imponiendo y, recientemente, los industriales organizados, como los alcaldes electos, ovacionaron a Bernardo Arévalo en dos actos diferentes, reconociéndolo como el presidente electo, que regirá a Guatemala los próximos cuatro años.
Sendos actos tuvieron gran trascendencia, pues los industriales tienen un gran peso en la vida económica y política del país. De hecho, la Cámara de Industria (CIG) es el gremio con mayor influencia en el empresariado organizado en el CACIF.
El presidente electo participó el pasado viernes 22 de septiembre en la clausura del XVIII Congreso Industrial de la CIG, e instó a los participantes a promover la unidad nacional en beneficio del desarrollo del país. Por su parte, los industriales le entregaron el Plan Guatemala No Se Detiene, que constituye un programa de cooperación interinstitucional, apoyado por diversas dependencias públicas y las principales cámaras empresariales del país, el cual busca darle vida a una política pública para atraer más inversión extranjera a Guatemala.
En su discurso de clausura, el presidente electo sostuvo: “Yo espero contar con el apoyo de ustedes para sacar adelante esta empresa común que se llama Guatemala”. Arévalo recalcó a los empresarios que el desarrollo de Guatemala no es posible cuando la prioridad del aparato de justicia “ya no es la persecución de delitos que aquejan a todos, sino el asedio a opositores y adversarios políticos”.
En su alocución, Bernardo Arévalo destacó que para lograr una estabilidad económica también debe haber justicia. “Una justicia más independiente es también una justicia más eficiente, pronta y cumplida. En una sociedad en donde la justicia funciona las empresas y los individuos pueden asumir riesgos calculados, pueden entrar en contratos con la seguridad de qué estos serán cumplidos, pueden poner negocios, pueden invertir, crecer, prosperar sin temor a las extorsiones o al surgimiento de conflictos innecesarios”, subrayó el mandatario electo.
En alusión al pacto de corruptos, Arévalo de León postuló: “Estoy seguro de que todos los presentes estamos de acuerdo en la aspiración de vivir en una sociedad donde la ley se cumpla, donde el Estado no acose a los que simplemente intentan trabajar y servir a la sociedad, donde la certeza de una justicia funcional contribuya a que cada vez haya menos infractores, ese es un objetivo que todos podemos compartir”.
El gobierno que iniciaremos nosotros en enero del año entrante va a ser una oportunidad tremenda para Guatemala para alcanzar acuerdos, podemos aprovecharla si trabajamos unidos en la identificación de metas comunes y poner en práctica las medidas que nos permitan alcanzar una sociedad que se desarrolla con beneficios para toda su población, para los distintos sectores y que nadie se quede atrás, enfatizó.
En este último postulado radica la habilidad política de Bernardo Arévalo, quien ha recordado que, antes de entrar a la política partidaria, su vida profesional se centró en participar en programas de diálogo en sociedades con grandes contradicciones, logrando fraguar acuerdos nacionales por la vía de un diálogo franco, transparente e incluyente.
Guatemala está ayuna de ejercicios de concertación como los descritos, por lo que el nuevo presidente tendrá oportunidad de tejer acuerdos de nuevo tipo, en los que el bien común sea el eje articulador de los mismos, y no la corrupción y el dolo.
El pasado sábado 23 de septiembre, el binomio presidencial electo se reunió con unos 250 alcaldes electos, según el Movimiento Semilla, para presentarles su plan de gobierno.
Los ediles guatemaltecos, agremiados en la Asociación Nacional de Alcaldes Municipales (ANAM), constituyen la segunda fuerza política electa popularmente, después del Congreso de la República. Es un gremio heterogéneo y conflictivo, acostumbrado a un ejercicio de gobierno local basado en componendas, transas y corruptelas, pero que juega un papel clave en la gobernabilidad territorial, en la prestación de servicios, en la seguridad pública local, y en el control de los Consejos de Desarrollo y su presupuesto, que este año ascendió a una inversión de más de Q3 mil 392 millones, que se distribuyeron en 2 mil 607 obras.
Al monto anterior hay que sumar el presupuesto de las municipalidades que, en 2023, recibieron Q4 mil 312 millones en concepto de Situado Constitucional, para un incremento de Q581, 623 millones (16 por ciento) respecto del 2022.
El movimiento Semilla solamente ganó una de 340 municipalidades, por lo que el acercamiento de Arévalo y Herrera con los ediles es de gran relevancia, considerando el poder político, económico y social que representan.
Varios ediles denunciaron que recibieron presiones y amenazas para no asistir a la reunión, pero aun así concurrieron y demandaron acciones conjuntas, evidenciando que Bernardo Arévalo y Karin Herrera ya son actores determinantes en la vida nacional.
En su discurso, el presidente electo sostuvo: Quiero comenzar con una afirmación, que va a orientar nuestro trabajo: para el gobierno electo, todas las municipalidades son importantes, sin importar su tamaño, su ubicación geográfica, o su jerarquía administrativa, dijo Arévalo y fue ovacionado por los ediles presentes.
El diputado electo, Jonathan Menkos, fue el encargado de presentar el plan de gobierno y su presupuesto, que contiene una de las mayores inversiones en obra pública de nuestra historia. En relación con la vía para ejecutar dicho plan, Menkos destacó tres acciones: a) lograr la aprobación parlamentaria del presupuesto presentado por Semilla, para lo cual el apoyo de los munícipes es clave; b) planificación y ejecución territorial de las inversiones del gobierno central; y c) trabajar de la mano con los alcaldes, con el objetivo común de mejorar la vida de los guatemaltecos.
El mismo día que Arévalo se reunió con los industriales, el Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols declaró, en una rueda de prensa, que Estados Unidos confía en que el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, entregará el poder con normalidad, tal y como manda la Constitución.
Además, el Subsecretario de Estado pidió a las autoridades guatemaltecas que tomen medidas para asegurar el proceso de transición y pidió que cesen los ataques legales contra el partido Movimiento Semilla del presidente electo, Bernardo Arévalo de León.
Es evidente pues, que siguen sumándose los actores políticos y sociales que asumen que el proceso electoral 2023 ya causó estado, haciéndolo irreversible.