Sergio Penagos
Votar cruzado es un comportamiento que requiere tiempo para su preparación. Es necesario recolectar y analizar la información pertinente acerca de los distintos candidatos, y de los partidos para relacionarla con los diferentes tipos de elección: presidente, diputado y alcalde. Lo tradicional es ubicar un candidato y respaldar a todos los candidatos de su partido; tanto para diputados como para alcaldes. Este voto lineal da origen a una dictadura legalmente electa, como en forma descarada lo propuso Jorge Antonio Orellana Pinto alias “Congo”, alcalde de Guastatoya, en la proclamación de candidatos del partido VAMOS, aseguró que la Prensa lo buscaba para que hablara mal del gobierno, por ser electo por el partido LIDER. Ahora se integró a VAMOS con más de 100 alcaldes en un colectivo y oportunista transfuguismo. Durante su intervención evitó mencionar el voto cruzado diciendo: no buscamos el voto para la persona, buscamos el voto lineal (lo contrario del cruzado), porque si votamos lineal, Luis va a ser vicepresidente y Meme Conde va a ser presidente. Digamos no a la búsqueda de ser alcalde o diputado y que perdamos la Presidencia; estamos para ganar la Presidencia. Además, pidió a los guatemaltecos ya no fijarse en el color de las papeletas, porque el color determina si se está votando por diputados, alcaldes o por el binomio presidencial. En todas las papeletas debemos marcar el símbolo de VAMOS.
Yo fui electo por LIDER, y ustedes se preguntarán: ¿Por qué nos cambiamos de camisola? Les respondo: porque nunca en la historia de un país un gobierno había apoyado tanto al municipalismo. Agradezco a Francisco “Paco” Mejía, presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam) y alcalde de El Jícaro, El Progreso, por poner la asociación al servicio de la Presidencia.
¿Cuál es el miedo del tránsfuga Orellana Pinto? Que les ocurra lo mismo que en las elecciones de 2015, cuando Baldizón alegaba que LIDER había sido el partido con más diputados y alcaldes electos y, por lo tanto, él debió haber ganado la presidencia en la primera vuelta, y no partidos como UNE y FCN que resultaron siendo los dos seleccionados para el balotaje, a pesar de lograr menos diputados y menos corporaciones municipales. En esas elecciones, los alcaldes de LIDER obtuvieron alrededor de 260 mil votos más que Manuel Baldizón. Es decir, a nivel local los candidatos a alcalde no fueron capaces de endosar el voto a su candidato presidencial. Tras la derrota Manuel Baldizón denunció un fraude electoral en contra de su Partido, argumentando que el voto cruzado era un fenómeno exclusivo del área urbana; porque el guatemalteco del área rural no es inteligente para hacerlo. Según Baldizón, su voto era eminentemente rural y tendía a ser disciplinado, bajo la lógica de que los liderazgos locales aportan votos para los candidatos a diputados y a presidente. Sin embargo, la experiencia del 2015 demuestra que dicho modelo es el sueño del Pibe. Manuel Baldizón confió ciegamente en que el sistema tradicional funcionaría por tener su partido un voto cautivo y uniforme. En eso tenía razón, LIDER disponía de un voto uniforme, pero él no fue capaz de ver que existía el voto cruzado de sus contrincantes; además, en el área rural el voto no es disciplinado y los candidatos a alcalde no le aportarían votos. Sin embargo, así como a lo largo de toda la campaña, Baldizón tuvo muchos problemas cuando no supo leer los tiempos políticos y los cambios que estaban sucediendo, seguía pensando que en el interior del país no se vota cruzado, porque la gente no sabe leer ni escribir.
Para estas elecciones VAMOS espera elegir 200 alcaldes y llegar a 1 millón de votos, con esa intención el oficialismo busca cooptar a la mayor cantidad posible de jefes ediles que, supone, aportarán al binomio presidencial el apetecido millón de votos. La estrategia es comprar alcaldes con obras viales, aumentar el presupuesto municipal y reformar la Ley de Compras. Los alcaldes que no acepten la oferta corren el riesgo de no recibir finiquitos, de la Contraloría General de Cuentas, o sufrir la intervención del Ministerio Público para inventarles casos penales.
El voto cruzado no se refiere sólo a diputados y alcaldes, también se refiere a los candidatos a presidente. Por ejemplo, en las elecciones del 2015, el candidato a presidente de FCN, Jimmy Morales, en promedio, obtuvo 20% más votos que los candidatos a alcalde del partido que lo apoyó. Por su parte los candidatos a alcalde de PP, CREO-UNIONISTA y LIDER obtuvieron, respectivamente, 11%, 7% y 5% menos votos que los candidatos a alcalde de sus partidos. Resulta claro que el candidato presidencial de FCN atrajo votos de personas que apoyaron a otros candidatos para alcalde. LIDER obtuvo 130 alcaldías y Baldizón no llegó al balotaje. El Pibe y su gente seguirán soñando con los 200 alcaldes y el millón de votos.