Ha llegado el día que la gente se cansó
de que la traicionen, que le mientan, que le roben.
Pero amigo mío aquí la fiesta terminó;
porque somos muchos, somos muchos, más que vos.
Y ahora vamos a ver quién va a joder a quién
si nuestro es el futuro, el presente ¿de quién es?
Fragmento de un tango.
En las elecciones generales del 2019, el partido Vamos no logró las alcaldías que consideraba alcanzar; apenas en un departamento logró 5 alcaldías; en otro sólo obtuvo 4 alcaldías. En 2 departamentos consiguió 3 alcaldías, en otros 2 departamentos escasamente alcanzó 2. Pero, en 6 departamentos sólo consiguió una alcaldía; además, en 10 departamentos se fue en blanco con CERO alcaldías.
El Pibe que se ensoberbeció en el ridículo y lambiscón experimento llamado Centro de Gobierno, fortaleció su ambición desmedida y su enfermizo narcisismo, copia fiel de su amante protector y mecenas, quien, desde un calientito y acogedor rinconcito del tálamo presidencial, lo alienta para que le dé rienda suelta a su fantasía de hombre de negocios, cantante de música ranchera, distribuidor de cerveza y auto nombrado jefe de jefes. De pronto se le ocurrió que para realizar su onírica aventura, necesitaba conseguir 200 alcaldes municipales, ignorando que, a partir de los resultados de la anterior aventura electoral, sólo necesita la bicoca de 271 alcaldes; siempre que los 29 que lograron colarse en la pasada elección, permanezcan fieles y se reelijan. El Pibe, antes de soñar, necesita conocer la historia reciente. En las elecciones del 2011 el partido CASA apoyó a su mentor y protector.
Los resultados fueron: 1.04% de votos para el candidato presidencial, NINGÚN alcalde y NINGÚN diputado. En el 2015 mejoró la cosa, con el apoyo de FUERZA 12.84% de votos, UN alcalde y DOS diputados. La cosa mejoró en 2019 al alcanzar 17 diputados y 29 alcaldes; además, ganó la presidencia en la segunda vuelta.
En estas próximas elecciones a los posibles candidatos y candidatas a alcalde, el Pibe les brinda una oportunidad de oro con el partido Vamos. En su desesperación por conseguir los míticos 200 alcaldes, está ofreciendo el oro y el moro a quienes estén interesados en participar como candidatos a alcalde. ¿En qué consiste esta oportunidad?
El partido Vamos les allanará el camino hacia la alcaldía municipal, quitando los obstáculos que erigirán, para entorpecer la participación del resto de candidatos, la Corte de Constitucionalidad, la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo Electoral, la Contraloría General de Cuentas, entre otras instituciones y personajes. Entonces, ¿Cuál sería la estrategia a implementar? Aceptar el apoyo, los recursos y las facilidades para la inscripción; luego dejar a los electores en libertad de votar por otros candidatos para presidente y diputados. Lo que se conoce con el nombre de voto cruzado, que puede ser tonto o inteligente. El voto cruzado inteligente lamentablemente no se publicita ni se se utiliza en las elecciones. A ese voto le tienen pánico los diputados y candidatos a presidente, como lo demostró Manuel Baldizón. El voto cruzado mal intencionado, es el que se alienta y se pondera en nuestra estrafalaria y rocambolesca política. En efecto electores, el votante inteligente votará por los mejores candidatos, independientemente de cuál sea el partido que los postule y, así, si considera que los candidatos de un mismo partido son los mejores en todos los puestos a ocupar, no votará cruzado sino que votará por ese mismo partido para todos los cargos. Si ese votante inteligente, por el contrario, considera que el candidato a la Presidencia de un partido es el mejor; pero, que son mejores los candidatos a diputado y alcalde de otro partido, votará por ellos independientemente de cuál sea el partido que los postule, pero no por obedecer a dirigentes fanáticos e ignorantes. Este modelo de voto cruzado se puede oficializar; de hecho, se mencionó en el congreso con el tema de las listas abiertas, en contraposición a las listas cerradas que se utilizan en la actualidad. La sola mención de las listas abiertas alborotó al cotarro y los diputados se desgañitaron mostrando verdaderas escenas de pánico.
En el actual sistema electoral guatemalteco, el ciudadano realiza un voto poco representativo utilizando lo que se conoce como listados cerrados, lo que favorece a los partidos políticos y a sus dirigentes; en particular, a los llamados Secretarios Generales, quienes seleccionan a los candidatos que compran o se ganan las casillas.
Con este tipo de listas cerradas, los votantes no podemos mostrar preferencias por los candidatos.
Únicamente elegimos una lista identificada con un símbolo y armada por el secretario general del partido, para incluir a los favoritos y cerrarla.
¿Entonces, a quién rinde cuentas el diputado o el alcalde?
Si los diputados y alcaldes no rinden cuentas de sus acciones a los ciudadanos electores, entonces, ¿Porqué debemos seguir eligiéndolos a ciegas?