Sergio Penagos

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Sergio Penagos

El valiente presidente guatemalteco en una de sus fingidas rabietas amenaza a Vladimir Putin, retirando a su inepto embajador en Moscú como una maniquea muestra de solidaridad con Ucrania. Conociendo el paupérrimo y ridículo desempeño de la cancillería guatemalteca, imaginamos que amenazar a Rusia con retirar a un desconocido embajador iba a provocar la ira de Putin. Dicho y hecho. Vladimir Putin se reunió de urgencia con su ministro de relaciones exteriores, Serguéi Lavrov, y le preguntó: ¿Cómo enfrentamos esta crisis? Tranquilo Vladimir, responde Lavrov, el retiro del embajador de Guatemala para nosotros es menos importante que bañar un pescado. He sido informado que el presidente de Guatemala ya tomó medidas drásticas en contra de nosotros, argumenta Putin. No Vladimir, sólo prohibió la montaña rusa, la ensalada rusa y el vodka; además está comprobado que ese señor ofrece mucho, pero para cumplir sus ofrecimientos es más lento que una tortuga con muletas. Por eso, las decisiones las toma un Rasputín tropical conocido como Miguelín, quien es el dueño del cuerpo y las aberraciones del presidente. Nuestros servicios de inteligencia están trabajando desde su centro de mando oculto en la Fundación contra el Terrorismo, en donde conseguimos toda la información. Sabemos que han contratado a una diplomática empírica, llamada cajita fuerte por ser más alta acostada que parada, con la intención de convertir a Ucrania en un tercer país seguro. Descubrimos que la llamada Casa Verde, es en realidad el cuartel general de la operación anti injerencia extranjera, liderada por el Rasputín chapín y nuestra Fundaterror, en donde prepararan el asalto final al Kremlin. Tenemos acceso a sus planes y estrategias lo que nos proporciona información valiosa.

Su armamento ofensivo consiste en bombas voladoras, cohetes de varita, morteros, ametralladoras, triángulos, tamalitos y lloronas. Todavía no hemos podido identificar las características de otras armas ofensivas como los saltapericos, los volcancitos y los silbadores. Sabemos que su industria armamentista está establecida en lugares camuflados con nombres de santos: San Raymundo, San Juan, Santa Apolonia y otros nombres del santoral católico. Una verdadera hazaña de nuestro sistema de inteligencia fue la identificación del militar que comandará la operación. Se trata del valiente y aguerrido oficial de contra inteligencia o especialista en combatir la inteligencia, quien, por razones de seguridad utiliza el pseudónimo: puñalito Ovalle. Para evitar ser víctima de un atentado, el alto mando del ejército lo confinó en un lugar tan secreto, que ni el propio Rasputín sabe en donde se encuentra. Nuestros agentes están bien posicionados gracias a la labor de zapa que realizó la familia Bitkov, lo que ha facilitado la realización de operaciones de conocimiento público, como la alfombra dolarizada, las vacunas con sobre precio y corta vida útil, el pago de fletes por las vacunas y otros negocios que han rendido buenos dividendos al Politburó chapín. De manera que, si este quisquilloso y mequetrefe presidente insiste en su arrogancia de amenazarnos, tendremos que pedirle cuentas y sustituirlo por el no menos pusilánime vicepresidente, quien es un buen prospecto por ser ni como la caca de loro: ni huele ni hiede. El multifacético Rasputín tiene a su cargo el desarrollo de la llamada operación huevo duro contra Moscú. Este mediocre estudiante logró graduarse de Ingeniero Químico, gracias a una moción privilegiada del corruptazo ex Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad San Carlos.

A los centros de reclusión actuales se agregarán los hospitales de 3 mil camas, las escuelas bicentenario y los polideportivos, para encerrar a miles de desempleados acusados de comunistas, quienes proveerán la materia prima para la operación huevo duro. Los privados de libertad, en cada tiempo de comida recibirán una dieta rica en alimentos productores de gases: frijoles parados, rábano, repollo, brócoli y col de Bruselas. Evacuaran los desechos sólidos y gaseosos por una cánula insertada en el ánodo hacia un reactor, en el cual se adicionará azufre para incrementar su aromaticidad. Los gases serán comprimidos y enfriados hasta su licuefacción, verdaderos GLP o gases licuados de pedo. Este caldo se coloca en recipientes cilíndricos y frágiles para lanzarlos sobre Moscú, al chocar contra el suelo estallarán esparciendo el aromático caldo. Espera Lavrov ¿Cómo los van a transportar si ellos no tienen bombarderos? Aquí entra en la jugada el diputado Jorge García Silva y sus cómplices en el Insivumeh, proporcionando la información de los vientos y alturas a que volarán los globos de feria que los transportarán. De acuerdo dice Putin, pero ¿cómo los guiarán hasta Moscú? Aquí interviene la Universidad del Valle con su satélite CubeSat Quetzal-1 que dirigirá a los globos utilizando rayos laser. Ahora que ya sabemos en qué consiste la operación huevo duro y cómo lo harán, es fácil preparar la defensa. Impondremos el uso obligatorio de la mascarilla las 24 horas del día. Recuerda Vladimir: no hay pedo que dure 100 años ni moscovita que lo aguante.

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