Sergio Penagos
Y creo que el mayor reto que tiene nuestro Presidente (Díaz-Canel), es justamente erradicar esas mentalidades que tienen la retranca puesta en todo lo que se intenta mejorar.
Vicente Feliú
Vicente Feliú es sinónimo de música cubana. Junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Noel Nicola entre otros, ha sido uno de los creadores del movimiento de la “Nueva Trova”, que acompañó a la Revolución desde los años 70 y que pronto se expandió a todos los rincones de América Latina.
El machismo tradicional y las Iglesias católica y evangélica han despreciado a los hombres afeminados y sexualmente pasivos durante siglos. La Revolución Cubana heredó una cultura machista definiendo a los homosexuales como desviados y decadentes, pero no como débiles o enfermos. La forma violenta en que la Revolución cubana llegó al poder, le dio un sentido más fuerte de la masculinidad que otras revoluciones. De esa forma, hasta el año 2013 el Partido Comunista de Cuba establece que es un deber de sus militantes oponerse a cualquier conducta que sea discriminatoria por motivo de orientación sexual. En septiembre de 2018, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó su apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, entonces, las iglesias evangélicas organizaron una campaña para recolectar de firmas en contra de esa propuesta de reforma a la Constitución, que incluiría el matrimonio entre personas del mismo sexo. En la Constitución promulgada en 2019, el artículo 42 señala que: todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación. Y el artículo 82 define: el matrimonio es una institución social y jurídica. Es una de las formas de organización de las familias. «La exclusión del matrimonio homosexual creo que fue una muestra de cómo la Comisión Constituyente uso criterios discrecionales para excluir ciertos temas a conveniencia», asegura el periodista y analista político cubano José Raúl Gallego, quien explica a BBC Mundo: el número las personas que se pronunciaron en contra de las uniones igualitarias «fue minoritario con respecto al total», sin embargo la Asamblea Nacional decidió dejarlo fuera «como forma de respetar todas las opiniones». Una encuesta de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información sobre igualdad de género en Cuba revelaría dos meses después, que el 77% de la población cubana considera que las personas homosexuales deben tener iguales derechos que las heterosexuales. La oposición gubernamental a las manifestaciones de la identidad sexual, es elocuente muestra de la inhumana versión cubana de la burocracia estalinista, particularmente en la ausencia de cumplimiento de los preceptos constitucionales con relación a la diversidad sexual.
En mayo de 2019, una marcha realizada en La Habana con la participaron de activistas de la comunidad LGBT, fue reprimida por la policía cubana. La manifestación había sido convocada en redes sociales, a partir de que el gobierno cubano decidiera suspender la tradicional «conga contra la homofobia” que organiza, desde hace más de una década, el oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) que dirige la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl Castro. Mariela Castro anunció que el CENESEX es la única organización cubana reconocida por el gobierno e iba a celebrar ese año la Conga contra la Homofobia, un evento anual basado en la Marcha del Orgullo Gay celebrada en otros países. El gobierno no emitió ningún comunicado y los medios oficialistas no informaron sobre esa marcha.
Ante este silencio Mariela Castro escribió: «A los enemigos de la libertad y a la masa de ignorantes y esnobistas que les acompaña, la labor del CENESEX les quita el sueño, pero CENESEX, como obra y política de la Revolución, saldrá fortalecido de las contradicciones internas y de las amenazas externas».
¿Coincidencia histórica? Fue V. I. Lenin quien explicó el fenómeno de la transición burocrática rusa a partir de 1918. Lenin consideraba que inercia burocrática persistente en Rusia, se debía al conjunto de circunstancias presentes en su época: 1.- La herencia del régimen zarista (la dictadura en Cuba), 2.- El aislamiento de la joven revolución (el bloqueo económico), 3.- La aplicación de una Nueva Política Económica –NEP- (el socialismo). En breves palabras: el aparato estatal soviético constituía una herencia burocrática no superada por la revolución; una mezcla burguesa y zarista (capitalista), que no había sido posible eliminar en momentos en que predominaban las agresiones militares y la lucha contra el desabastecimiento de alimentos. Esta intransigencia burocrática y cegatona es el fermento de las protestas en la Cuba revolucionaria como explica un cubano desencantado. “En esta sociedad nuestra, tan machista y burocrática, ser maricón es la última carta de la baraja. Es preferible contraer la peste bubónica o la lepra”.