Es un problema cotidiano que se registra a nivel metropolitano; sin embargo, durante la semana mayor decenas de familias de tres municipios afrontarán escasez de agua entubada sin que las corporaciones municipales aporten soluciones.
Se trata de vecinos de las colonias Santa Faz, 6 de Marzo, y otras aledañas en jurisdicción de Chinautla, donde las madres trabajadoras y amas de casa experimentan un racionamiento extremo porque los fontaneros abastecen cada tres días, por períodos de dos a tres horas con un volumen mínimo en el chorro. Esa situación les afecta, pues les obliga a pagar Q10 por cada tonel de agua turbia, que distribuyen los camiones cisterna que operan en esas colonias. Además, reciclan agua del lavado de utensilios de cocina -para utilizarla en los sanitarios-. Racionan el uso del vital líquido para atender sus necesidades. Los afectados solicitan a la reelecta alcaldesa Liz Medrano, (sobrina del encarcelado ex alcalde Arnoldo Medrano), cumplir con sus ofrecimientos de campaña de abastecer el vital líquido.
Además, vecinos de las colonias ubicadas en el sector Norte 1, zona 10, aldea El Carmen, Santa Catarina Pinula, cumplen 8 días sin recibir agua entubada. Los camiones cisterna cobran Q10 por tonel y distribuyen agua turbia, situación que agrava su situación para cubrir sus necesidades de aseo. Pese a que las mujeres velan y madrugan para llenar toneles, cubetas y otros recipientes, el agua es escasa y no les alcanza para cubrir sus necesidades. Piden al reelecto alcalde Sebastián Siero, atender la escasez, pues esa carencia afecta directamente la salud de los niños.
Similar problema se registra por los trabajos de ampliación y remodelación en los pozos que surten del vital líquido a la zona 2, y otras, de Boca del Monte, Villa Canales. Ese racionamiento castiga a decenas de familias que pagan hasta Q200 por medio camión cisterna que distribuye un líquido “no transparente ni clorado”, que se emplea en el aseo de las personas, lavado de utensilios de cocina, de ropa. Las familias afectadas demandan al alcalde Ramiro Rivera, -que ofreció durante su campaña abastecer cada 48 horas las viviendas- cumplir su trabajo pues, a más de 80 días en el cargo, sigue sin solucionar el problema al igual que lo hicieron sus antecesores.
Una característica en las tres corporaciones municipales es que cuando los afectados llaman a las municipalidades, trabajadores/as de esas comunas afirman que compartirán la denuncia a los departamentos correspondientes sin que se solucione la crisis. Los vecinos temen que durante el descanso prolongado de la semana mayor el problema se incremente por la presencia de miles de familias que no pueden viajar, pasear o desplazarse al interior del país. Consideran que la escasez no es producto de la falta de lluvias que genera el fenómeno del niño; al contrario, señalan que es la falta de coordinación entre fontaneros y jefes ediles ante esa realidad.