El 8 de agosto de 1983, desde temprana hora, la radio TGW transmitía música de marimba, mientras que el recordado locutor oficial de los “golpes de estado”, Otto René Mansilla, transmitía a la población un llamado a mantener la calma y la sintonía por los acontecimientos político/militares que se registraban en Palacio Nacional y Casa Presidencial, pues miembros del alto mando del Ejército, comandantes de zonas y cuerpos militares depusieron de la jefatura de estado al general Efraín Ríos Montt.

El ministro de la Defensa, general Óscar Humberto Mejía Víctores, divulgaba la proclama del golpe de Estado que fue firmada por varios comandantes de zonas militares, entre los que estaban Fernando Andrade Díaz-Durán, quien era propietario de bancos y amigo personal de Rodolfo Lobos Zamora y del coronel Héctor Pablo Nuila Hub, fundador de la escuela Kaibil, en La Pólvora, Melchor de Mencos, Petén, todos con fuertes inversiones e intereses en la Franja Transversal del Norte.

Mejía Víctores instaló la Asamblea Nacional Constituyente, la cual promulgó la Constitución del 31 de mayo de 1985, y que entró en vigencia el 14 de enero de 1986, la cual culminó con la elección del primer gobierno democrático con la llegada de Vinicio Cerezo Arévalo al poder. Desde entonces, han sido electos 9 binomios presidenciales, y 2 más, juramentados por el congreso. Destaca la llegada al poder de Jorge Serrano Elías (1991-1993), que ejecutó un “autogolpe” de estado en 1993, y fue obligado a renunciar. Hoy vive y disfruta un dorado exilio en Panamá, con los impuestos de los guatemaltecos. 

Alfonso Portillo (2000-2003). En 2008 el expresidente fue extraditado de México, a Guatemala, por cargos de corrupción. El 26 de enero de 2010, fue capturado en Punta de Manabique, Izabal; Guatemala. Fue extraditado a Nueva York, Estados Unidos, el 23 de mayo de 2013, donde afrontó proceso judicial por haber utilizado bancos de ese país para lavar dinero. Se declaró culpable el 18 de marzo de 2014, en una corte de Nueva York, al reconocer que recibió soborno del Gobierno de Taiwán, por medio de tres cheques por US$2.5 millones. 

El 21 de agosto de 2015, la vicepresidenta Roxana Baldetti, del Partido Patriota, fue capturada. El 2 de septiembre del mismo año, Otto Pérez Molina presenta su renuncia a la Presidencia y se entrega ante el juez Miguel Ángel Gálvez, el segundo juez que conoció el caso “La Línea”, ambos acusados de liderar una red de corrupción en la SAT.

El 13 de febrero de 2018, fue capturado el expresidente Álvaro Colom, el exalcalde de Villa Nueva, Salvador Gándara, y otros funcionarios, por haber firmado el Acuerdo Gubernativo 103-2009, que le dio vida a la implementación del servicio de autobuses “Transurbano”, que opera en el departamento de Guatemala.

Los demás mandatarios también afrontaron denuncias de corrupción y abusos de poder, sin embargo, salieron intactos por contar con el apoyo de las élites empresariales, del MP, así como de magistrados oficialistas de la CSJ, y CC, razón por la cual sus denuncias fueron desestimadas y archivadas. Han sido cuarenta años, décadas de una incipiente democracia que este próximo 20 de agosto, durante la segunda vuelta de las elecciones, podría dar paso al cambio que anhelamos. Meditemos nuestro voto.

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