Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

post author

El 25 de mayo de 1993, el expresidente Jorge Serrano Elías ejecutó un “golpe de estado”. A través del Decreto denominado «Normas Temporales de Gobierno», dispuso la suspensión de la vigencia de ciertos derechos humanos individuales; la disolución del Congreso de la República (debiendo desaparecer y asumir la presidencia, las funciones legislativas); la desintegración de la Corte Suprema de Justicia y de la Corte de Constitucionalidad, lo cual significaba que esos órganos no desaparecerían, pero sí que sus magistrados serían removidos y sustituidos por otros nombrados directa o indirectamente por Serrano, a través de procedimientos contrarios a los establecidos en la Constitución.

Asumió el cargo en 1991 para presidir Guatemala durante cinco años, al igual que su antecesor Vinicio Cerezo -1986-1990.

Seis días después, el 31 de mayo de 1993, una manifestación de periodistas encabezada por “don” Oscar Marroquín, y Oscar Clemente Marroquín, partió de Diario La Hora repartiendo más de 45,000 ejemplares impresos “sin censura”, a toda la población. Las fuerzas de seguridad del gobierno intentaron impedir que el vespertino –ese día convertido en matutino-, saliera, pero ante la presión de los periodistas de todos los medios de comunicación, se autorizó, por parte del gobierno, la circulación de La Hora. Fue así como se rompió un cerco de censura que vulneró la libertad de prensa.
Serrano Elías gobernó en una coyuntura sobre la que pesaban actos de corrupción, profundización de la pobreza como efecto de las políticas neoliberales y de ajuste estructurado, retorno masivo de refugiados procedentes de los campamentos en México; desgaste generalizado por la violación de derechos humanos, Lucha del movimiento estudiantil del nivel medio y universitario por el asesinato del estudiante Abner Abdiel Hernández Orellana, y de Mario Colindres de la AEU. Agresiones físicas, secuestros a dirigentes sindicales y exilio. También justificó la compra de dos generadoras de energía eléctrica que operaban desde “dos barcazas” ancladas en Puerto Quetzal, Escuintla, por un monto de US$100 millones, para contener los perjudiciales racionamientos de energía eléctrica.
El domingo 11 de noviembre de 1990, en la primera vuelta el candidato del Movimiento de Acción Solidaria, MAS, Serrano Elías, pasó a la segunda vuelta al obtener 375,119 votos, junto al candidato de la Unión del Centro Nacional, UCN, Jorge Carpio Nicolle. El domingo 6 de enero de 1991, Serrano Elías obtuvo 936,385 votos, contra 439,011 de Carpio Nicolle, según los datos registrados en Wikipedia.org. Al cierre del conteo de los votos de ambas fechas, (como a las 05:00 del día siguiente), Serrano Elías fue declarado “virtual” presidente electo.
Lo único rescatable de ese gobierno corrupto fue haber aprobado el denominado “bono 14”, para los empleados en planilla. Sin embargo, Serrano Elías también recetó sendos incrementos salariales a oficiales subalternos, superiores, generales, e instauró el salario mínimo para la tropa, con lo cual buscaba minimizar el riesgo de un golpe de estado de las fuerzas armadas. Al inicio de su mandato se alió con la élite empresarial, la cual lo abandonó posteriormente.

Artículo anteriorEncuentro
Artículo siguienteLos partidos políticos y la duplicidad de plan de gobierno