Samuel Flores
Con las principales vías de acceso colapsadas, el 65% del municipio de Villa Nueva sin drenajes, madre e hija desaparecidas y un clamor de auxilio de vecinos y automovilistas afectados por la falta de atención ante los desastres naturales, los más de 615 mil habitantes de ese municipio afrontan el desastre y la improvisación.
Calificada como “ciudad dormitorio”, los vecinos inician sus mañanas con el clamor por el aparecimiento de Olga Emilia Choz Ulin, de 38 años; y Helen Mishel Mejía Choz, 14, desaparecidas cuando el vehículo en que se conducían cayó al hundimiento localizado en la zona 6, de ese municipio.
A este drama humano se suman los rumores de pérdidas de propiedades en la colonia La Laguna, zona 2, San José; Residenciales Catalina; el centro comercial ubicado en la zona 6, y otras que rodean el acceso de entrada a Villa Nueva. El temor es latente pues los vecinos escuchan “retumbos” y temen que la línea de drenajes colapse como ha ocurrido en los últimos 105 días.
Hay que sumar los severos congestionamientos que afectan a millares de conductores y que son producto de los cierres practicados a inmediaciones del kilómetro 15.5 de la Ruta al Pacífico, y, el último, frente a un centro comercial ubicado en la entrada a ese municipio.
Mientras se desvanece la esperanza de encontrar con vida a las víctimas que cayeron a ese hundimiento el sábado 24 de septiembre, el alcalde Javier Gramajo, electo en 2019 por el partido Fuerza, no puede ocultar su incomodidad al recibir reclamos de vecinos que temen la devaluación sus propiedades, y en el peor de los casos, la pérdida total, por la falta de mantenimiento a los colectores y desagües, así como el posible surgimiento de hundimientos en otras zonas.
Tres han sido las emergencias que ha presentado la red de colectores. El 22 de junio 2019, la Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres, Conred; reportó un “hundimiento de drenaje” en la colonia La Laguna, zona 2, San José, Villa Nueva. En esa ocasión únicamente la municipalidad señalizó la calle principal para evitar accidentes, y relleno del socavón. No se practicaron estudios ni seguimiento a ese fenómeno.
El 14 de junio 2022, se registró el hundimiento a inmediaciones del kilómetro 15.5, de la CA-9, rumbo al sur, que durante más de 49 días obligó al cierre total de esa principal vía de acceso, sin vías alternas, afectando la circulación de más de 60 mil vehículos que transitan por esa vía internacional.
El último “socavón” se registró hace 72 horas, con la desaparición de madre e hija. El invierno 2022 ha dejado 44 fallecidos, 3 millones 803 mil 362 personas afectadas en regiones de Alta Verapaz, Guatemala, Escuintla, Zacapa, Suchitepéquez y Huehuetenango, Sacatepéquez, Chiquimula, El Progreso, Jutiapa, Retalhuleu y San Marcos. El nuevo hundimiento que tiene en vilo a los “villanovanos”, tiene una profundidad de al menos 7 metros, más una posible caverna de tres metros más donde el detector de metales registra una lectura que podría indicar el sitio donde se encuentra el vehículo en el que viajaban las víctimas desaparecidas hace 72 horas. El colector es de concreto -sin refuerzo-, de 72 pulgadas, inicia en el sector de “la cuchilla”, donde se une a la 4ª y 5ª. avenidas, y se dirige hacia el colector ubicado en el kilómetro 15.5, donde hace más de 100 días obligó al cierre de la ruta al Pacífico.