Samuel Flores
La captura de dos extorsionistas del barrio 18, denominados “cuidacarros”, en los arriates del hospital Roosevelt, zona 11, muestra las siguientes debilidades: 1. La incompetencia de la Municipalidad capitalina y de la Policía Municipal de Tránsito, PMT; y 2. Ausencia total de acciones por la Policía en esa y en todas las zonas de la metrópoli.
La denuncia virtual que llevó a la captura de José Luis Cabrera Morales, alias “pie grande”, y César Agusto Tipaz, el pasado 22 de julio, muestra el valor de la familia víctima de extorsión, así como los momentos de angustia, terror e impotencia al que permanecieron expuestos en el interior de su vehículo ante la lenta llegada de la PNC -de más de 30 minutos- después de su primera llamada telefónica de auxilio.
El problema de los cobros ilegales en toda la ciudad no es nuevo, es uno de los fenómenos delincuenciales que se manifiestan en la capital y a los que “tu muni”, no le busca solución. A este se suma la escasez de agua entubada; basura, congestionamientos, transporte público –el transmetro no es solución-, y otros. La municipalidad de Guatemala únicamente se ha preocupado por atender demandas estéticas como engalanar el arriate central y parques en la zona 10, 13, 14, y otras; sin embargo, los verdaderos problemas de inseguridad y ornato no son atendidos.
Desde la llegada de Álvaro Arzú a la alcaldía en 1986, de Oscar Berger, 1991-1999; Fritz García Gallont, 2000-2003; Alvaro Arzú 2004-2018, y Ricardo Quiñónez, con el Partido de Avanzada Nacional, PAN, y el Partido Unionista, esas administraciones no han hecho nada por resolver los problemas de fondo que aquejan a los capitalinos, entre ellos, la falta de parqueos y seguridad para vehículos parqueados en las calles.
Los cobros ilegales impuestos por los denominados “cuidacarros”, continúan impunemente y se ve distante una solución porque las autoridades de “tu muni” y la PMT incumplen su función de velar por la seguridad de la población. A los propietarios de vehículos que se oponen a ese pago ilegal les roban los radios, rompen ventanas y vidrios frontales, les roban los logos de las marcas de sus automóviles, les dañan la pintura durante la ausencia del propietario.
Por aparte, pese a que de forma tardía, la PNC localizó a dos de los presuntos extorsionistas; en el video aparecen al menos 7 integrantes del barrio 18, entre mujeres y hombres, que amenazaron todo el tiempo a esa familia. Al menos cinco integrantes de esa gavilla no fueron capturados. Es seguro que después de varias horas el grupo de los no capturados siguieron extorsionando a las demás familias que acuden a ese hospital en busca de atención médica para sus familiares y que tienen la necesidad de estacionar su vehículo en los arriates y aceras que rodean ese nosocomio.
Las extorsiones y acciones ilegales de ese grupo y otros “cuidacarros”, continúan, y seguirán en ese sector, el Hospital General San Juan de Dios, todas las calles y avenidas del Centro Histórico, zona 1, en la zona 2, 3, 4, 5, 6, 8, 13, 14, en las unidades Periféricas del IGSS de la zona 5 y 11, y otros sectores por la lenta respuesta de las autoridades en atender el llamado de auxilio de automovilistas afectados.