Samuel Flores
El presidente del Congreso, diputado distrital del partido Vamos por Sololá, Allan Rodríguez, prefiere legislar en favor de intereses partidistas en vez de atender la campaña de vacunación de los habitantes de los 19 municipios de Sololá.
Actualmente, esas poblaciones que habitan el área rural –en condiciones de pobreza extrema, desnutrición crónica y aguda-, y sin recursos para afrontar el COVID-19, no alcanzan ni el 20% de inmunización de la primera dosis, y mucho menos pensar en una segunda. Son 11,189 fallecidos; 41,278 casos activos, y 413,797 casos registrados a nivel nacional.
Sololá y Alta Verapaz encabezan los departamentos con mayores índices de subdesarrollo en Guatemala. ¿Entonces, para qué fue electo ese diputado que encabeza la bancada oficialista en el Congreso? Niñas, jóvenes, mujeres, adultos de la tercera edad, no han sido inmunizadas en aldeas y caseríos.
Al observar la falta de respuesta de los diputados distritales ante el deficiente proceso de vacunación, comprendo por qué la población rechaza a políticos que únicamente visitan las comunidades a colocar la “primera piedra” de algún proyecto de infraestructura, -y que nunca es culminado-, y para pedir su voto en época de campaña electoral. También fueron electos por ese departamento dos diputados, uno por la URNG y otro por la UNE.
Conocer las tardías medidas restrictivas del gobierno, que cobraron vigencia el domingo 15 de agosto, como la de decretar un toque de queda de 22:00 horas, a las 04:00 del siguiente día, no contendrá la expansión de contagios por COVID-19.
Ante la incontenible expansión de la pandemia, los médicos y personal de primera línea demandan cumplir las restricciones establecidas en el semáforo que el Ministerio de Salud aprobó: Transporte público urbano de pasajeros, aforo al 50% de las unidades sin incremento de la tarifa; uso universal de la mascarilla, gel en cada unidad y vacunación. Suspender bares y fiestas con una participación de hasta 10 personas. Cierre de cines y teatros, restringir concentraciones religiosas, reuniones de oración y congresos. Operar con estricto aforo las oficinas que mantengan cuatro metros cuadrados de distancia por persona en los centros de trabajo públicos y privados.
El gobierno debe extender el toque de queda de 20:00 horas a 05:00 del día siguiente. Involucrar al Ministerio de Gobernación y a la Policía Nacional Civil para asegurar que toda la población respete las restricciones, poner al servicio de la población información en idiomas originarios.
Si los diputados, gobernadores, alcaldes, ministros y funcionarios de gobierno realizaran su trabajo con responsabilidad la pandemia estaría controlada desde hace cuatro meses. Sin embargo, las políticas públicas responden a intereses comerciales, industriales, agrícolas y financieros, ante un gobierno y estado ausente.