La participación ciudadana es el derecho de la ciudadanía a participar directamente en la toma y ejecución de las decisiones públicas fundamentales, así como en la resolución de problemas de interés general.
Mediante la participación ciudadana se puede intervenir y colaborar, individual o colectivamente, en las decisiones públicas, en la formulación, ejecución y evaluación de las políticas, programas y actos de gobierno.
Entendemos por participación ciudadana, el involucramiento activo de los ciudadanos en aquellos procesos de toma de decisiones públicas que tienen repercusión en sus vidas.
Todo ciudadano guatemalteco ya sea de manera individual o colectiva tiene el derecho de convocar a sus autoridades gubernamentales a reuniones de diálogo que busquen la discusión y análisis de la problemática que padecen en la prestación de los servicios públicos que precariamente prestan las instancias de gobierno.
Con la participación se contribuye a la solución de problemas de interés general y al mejoramiento de las normas que regulan las relaciones en la comunidad.
Esta participación cívica y ciudadana la hacemos propia también en el extranjero y desde la distancia al igual que toda la población guatemalteca cada cuatro años tenemos una nueva esperanza en las autoridades electas, porque nos hemos llevado grandes sorpresas y desilusiones que lloran sangre con tanto corrupto que solo llega a robarse los recursos del gobierno para hacer su sueño personal una realidad, volviéndose viles criminales y delincuentes porque con sus actos vandálicos no dejan que esos recursos se conviertan en educación, infraestructura, nutrición, servicios básicos públicos y lo peor aún no son utilizados para compra de medicinas para salvar vidas en los hospitales.
Sabiendo que los presidentes son los que administran el presupuesto aprobado por el Congreso de Guatemala, tradicionalmente estos se dedican a aceitar con sobornos la máquina de la corrupción y allí tenemos a toda esa retahíla de ingratos que no tienen lógica para gobernar, porque su llegada al poder significa volverse burdos ladrones de lo ajeno.
Después de tanto hartazgo por todas las cosas que son del conocimiento público, hoy tenemos una nueva víspera de una nueva luna de Miel con el Presidente Electo doctor César Bernardo Arévalo de León, misma que deseamos nos dure los cuatro años para cogobernar como población a la par de su gobierno y juntos sentar las bases de ese nuevo orden social que necesita Guatemala, reorientado y reconvirtiendo el que hacer institucional para cerrar esas fugas de dinero y privilegios que la corrupción e impunidad han hecho una mala costumbre.
Entre gran parte de los migrantes hay algarabía, júbilo, deseos y confianza en que este gobierno sea diferente a los que nos han venido gobernado desde décadas atrás para decir cómo siempre acá está la diáspora guatemalteca deseosa de participar en el desarrollo de Guatemala aportando nuestros esfuerzos, capacidades, propuestas, éxitos sociales y económicos, con la firme idea de forjar ese desarrollo desde lejos al contar con un gobierno que manifieste voluntad política y tome en cuenta al sector que mantiene desde hace tiempo la economía guatemalteca con las jugosas remesas que oxigenan la economía, manteniendo la estabilidad de todo un país que grita y grita con afán un gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo.
Presidente Arévalo aquí estamos los migrantes conscientes de nuestra realidad y del papel que debemos jugar en este escenario actual, cuente con nuestro respaldo, apoyo, solidaridad y compromiso, los cuales queremos que sean de doble vía, porque juntos podemos hacer mucho para darnos chance de que todavía habemos guatemaltecos honrados y con dignidad nacional; porque deseamos hacer valer nuestro derecho de participación ciudadana y contribuir en las decisiones y políticas de gobierno que nos beneficien como sociedad.
Bienvenido al aposento migrante guatemalteco en el extranjero, juntos vamos a salir adelante.
