Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Rodulfo Santizo

Los partidos políticos se forman en Guatemala con una facilidad, cuál empresa en la que uno o varios se ponen de acuerdo y aportan unos 200 o 300 mil quetzales cada uno y con aproximadamente un millón de quetzales, ellos inician con el comité pro formación del partido, obviamente el partido tiene su dueño o varios si fue entre tres o cuatro personas, ellos toman decisiones y se hace lo que ellos quieren y el que sea parte del mismo o aprendes cantar y bailar como los dueños o patitas para afuera, de lo contrario no hay forma de ser parte de esta estructura política; como dicen coloquialmente que quien pone la marimba dice que sones se tocan y quiénes tiene derecho al baile.

Es difícil hacer política con caciques autoritarios y es normal porque ellos lo ven como una empresa comercial porque cuando están ya formados de alguna manera van sacándole el jugo con ganancias de los posibles candidatos y financistas de su movimiento político y de llegar al poder, imagínense ustedes de donde van a sacar el triple de lo invertido en la formación de la estructura política.

Muchas veces los partidos son formados con gente que nunca ha participado en política, hay unos que utilizan dinero de dudosa procedencia (crimen organizado), otros de negocios sucios con el gobierno por ser contratistas y proveedores del gobierno y otros de personas que son funcionarios actuales y han ahorrado o han sido sobornados por la forma de hacer gobierno en Guatemala y deciden aportar para empezar con el proceso de formalizar una estructura política para participar en las elecciones, otros se suben al barco porque les interesa seguir con ese confort que da el ser funcionario electo en Guatemala.

Para formarlo buscan 12 departamentos y 50 municipios que es lo mínimo que pide el Tribunal Supremo Electoral, afiliando lo básico para facilitar todos los procesos exigidos para las asambleas municipales, departamentales y nacional; cumplido esto ya tiene su empresa política/comercial para ponerla a disposición de financistas y candidatos para recuperar lo invertido, eso sí, exigiendo buenas posiciones para su reelección o llegar nuevamente al poder.

Hay gente que su proyecto de vida lo han realizado a costillas de los jugosos salarios, privilegios y beneficios que obtienen al codearse en esas esferas gubernamentales y por eso no escatiman esfuerzos y recursos por mantenerse cerca del poder.

En la mayoría de partidos, o a lo mejor en todos en la actualidad tienen un mayor porcentaje de gente con unas ansias de llegar al poder y seguir con este sistema corrupto, para volverse millonarios, hay muy pocos e ingenuos que desean participar con buena voluntad, pero estas personas no tienen ni voz y voto para luchar contra esa jauría de malandrines y corruptos.

Quién en su sano juicio quiere hacer política en estas condiciones…,

Urge mayor participación de la gente de a pie para participar en el quehacer político partidista con una estructura con presencia en todo el país, pero sin compromisos más que con la propia sociedad guatemalteca.

El día que tengamos un partido con bases sin intereses en los 340 municipios, que sea abiertos para todos, horizontal, donde su formación sea producto de la conciencia ciudadana y donde todos tengan voz y voto, entonces se empezará a cambiar el rumbo del país.

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