Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Rodulfo Santizo

Para entender el término oligarquía, el cual se define como ciencia política que experimenta una forma de gobierno en la que el poder político está en manos de unas pocas personas, generalmente de la misma clase social. Los escritores políticos de la Antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia.

Otros dicen que oligarquía es un pequeño número que ejercen en su beneficio la autoridad de un territorio, mismas que por lo general tienen aparentemente las características siguientes: “poseen riqueza, poder político y prestigio social” entrecomilladas estas cualidades.

Se trata de un término cercano al de aristocracia, con el que presenta diferencias ya que la oligarquía no parte del precepto de ser la clase idónea para poseer  el poder, sino que simplemente lo posee. Es a menudo usado como sinónimo de oligocracia, el gobierno de una minoría minúscula en comparación con el universo social de un país, como Gustemala por ejemplo.

La oligarquía consiste en el control político del estado por un sector minoritario, que bien puede ser una élite política, económica, étnica o militar, siempre y cuando posea los instrumentos para ejercer el monopolio del poder y perpetuarse en el mando por muchas generaciones.

El término proviene del griego: olígos traduce  como “pocos” y arko como “comandar”, lo que en conjunto significaría “el mandato de unos pocos”, beneficiando ellos como sector, perjudicando a las grandes mayorías.

El primero en usarlo fue Platón, el filósofo griego, quien valoraba la aristocracia como el gobierno de los mejores y más aptos, pero veía en él el riesgo de degenerar en una oligarquía u oligocracia, ya que los aristócratas heredarían el poder a su descendencia que no necesariamente compartiría su sabiduría y sus principios, pero sí conservaría el poder.

Históricamente la  oligarquía

ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia política, ya que siempre el poder parece ser poseído por una minoría privilegiada, con acceso a las herramientas para forjar la sociedad a su antojo; tal es caso de los caudillos y emperadores que se erigían en la antigüedad y que gobernaban a favor de sus familiares y allegados, quienes acumularon poder político gracias a su influencia en el comercio internacional y el enriquecimiento.

La oligarquía tiene consecuencias sociales, no sólo se habla de oligarquía cuando se ejerce el gobierno de un estado: también cuando se cuenta con el monopolio de los recursos de un bien demandado, puede hablarse de una oligarquía económica, empresarial, cultural, etc. Se trata de un esquema social de concentración de poderes, que puede darse en cualquier área y en cualquier época.

Incluso en los regímenes comunistas, partidarios de la colectivización forzosa y la abolición de la propiedad privada, surgen paradójicamente las oligarquías en torno al partido único de gobierno y a la burocracia del estado que concentra sobre sí el poder entero.

Las consecuencias de una oligarquía prolongada son: empobrecimiento del sector económico monopolizado, pues nadie puede competir con los oligarcas, Inequidad en el reparto de los bienes, ya que muchas veces la oligarquía la componen terratenientes, políticos o grandes capitalistas, resentimientos de los sectores marginados por la oligarquía, debilitamiento de las estructuras democráticas o republicanas, de haberlas, corrupción e injusticia, entre otras.

Gustemala ha sido un país de componendas de la clase oligarquía desde nuestra supuesta independencia de 1821  hasta nuestros tiempos, donde estos grupos negocian en secreto a escondidas de la sociedad para proteger sus intereses a costa del sudor y sangre del 98% de la población considerada como la fuerza productiva del país.

Nos han visto la cara por años, las revoluciones han sido solo una pantomima, donde ellos dicen ser parte del conglomerado social y se rasgan las vestiduras, pero en realidad son verdaderos hipócritas actuando como mercenarios al influenciar en la legalización  por medio de la constitución sus cuotas de poder para estar en los espacios de toma de decisiones, donde ejercen su poder con voz y voto.

Veamos un ejemplo cuando se firmó la paz en 1996, mientras la población estaba ocupada en los acuerdos de paz, estos grupos ya tenia su plan bien definido para que en la futura constitución quedarán legalmente empoderados con 58 espacios que les permiten seguir con estos sistemas de gobiernos oligárquicos de siempre.

Esto seguirá así porque todo está planteado y planificado para que estos grupos de poder sigan dominando todos los espacios, formando partidos políticos afines a ellos, creando y fortaleciendo históricos monopolios económicos que les permitan seguir con estas formas anti democráticas de gobernar.

Concluyó: En Guatemala para estos grupos oligárquicos si hay democracia, pero para el gran porcentaje de la población hay una completa y macabra dictadura que nos tiene sin oportunidades y desequilibrio total.

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