Rodulfo Santizo
La migración en Guatemala es la única opción que le queda hoy en día a la población guatemalteca que no tiene ninguna oportunidad de progreso, sabiendo que tomando esta determinación de abandonar el país para iniciar un viaje con altos riesgos que empiezan con un endeudamiento de grandes proporciones y puede terminar incluso hasta perder la vida en ese tortuoso viaje de atravesar México por la vía terrestre, un desierto o río que los lleve a encontrar la muerte, en el peor de los casos. La deuda podría decirse que es lo de menos en este periplo de la vida del guatemalteco, porque como todos sabemos los guatemaltecos tienen esa enjundia para enfrentarse a la actividad laboral sea cual sea y ganarse el sustento diario en los Estados Unidos, sí logra llegar y hacer realidad su sueño guatemalteco en tierras ajenas.
Como es bien sabido por todos actualmente están saliendo aproximadamente más de trescientos guatemaltecos diario del país con rumbo a los Estados Unidos, todos ellos desesperados por la situación actual económica, social y de violencia generalizada, problemática que no se le ve ninguna intención de solución por parte de las autoridades de gobierno, porque para ellos no es prioridad solucionar las causas que generan la migración.
En esta situación, toca ahora a la comunidad migrante en el extranjero enfocarse en crear desarrollo en sus lugares de origen, abriendo oportunidades por medio de sus familiares de origen para establecer opciones reales y darle un rumbo al destino de las remesas, pues el valor adquisitivo que tienen los guatemaltecos en el extranjero les permite invertir en proyectos que demuestren y reflejen una actividad productiva producto de las remesas enviadas a Guatemala.
Es tiempo de actuar y suena repetitivo pero es de aprovechar estas líneas para seguir poniendo el dedo en la llaga y recordarles que nosotros tenemos que ser gestores de nuestro propio desarrollo, porque las remesas no pueden seguir siendo utilizadas para el consumo en servicios y productos de empresarios que han sabido utilizar a los migrante como clientes fijos potenciales de todo lo que ellos por medios publicitarios nos obligan a ser parte del consumismo.
En cada migrante debe haber un proyecto, sueño, objetivo productivo o emprendimiento a desarrollar en sus comunidades para restablecer el tejido social productivo, haciendo esa verdadera fuerza productiva por medio de los familiares y fortalecer la verdadera alianza de cooperación entre sus migrantes y sus familias en los lugares originarios, para recompensar en algo ese sacrificio de haber dejado su familia y su entorno social.
