Roberto Blum

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Kurt Lewin, un destacado psicólogo social germano-estadounidense escribió en 1952 acerca de la importancia práctica de una buena teoría. Lewin, pionero en la psicología social, el desarrollo organizacional y la psicología aplicada en los Estados Unidos, estaba convencido de la importancia de desarrollar teorías que permitieran enfocar los problemas relevantes, desarrollar investigaciones empíricas y posteriormente proponer posibles intervenciones prácticas.

El mensaje de Lewin era doble: los teóricos deberían tratar de proporcionar nuevas ideas para comprender o conceptualizar una situación problemática, ideas que puedan sugerir nuevas vías  dentro de un sistema aplicados deberían proporcionar a los teóricos información clave y hechos relevantes para resolver un problema práctico, hechos que necesitan ser conceptualizados de manera detallada y coherente. Más en general, los teóricos deberían esforzarse por crear teorías que puedan ser utilizadas para resolver problemas sociales o prácticos, y los profesionales e investigadores en psicología aplicada deberían hacer uso de la teoría científica disponible.

Por su parte, John Mearsheimer, profesor en la universidad de Chicago e importante representante de la escuela realista de las relaciones internacionales, afirma que la “Teoría Realista”, es decir, un modelo simplificado de como se comportan los grandes Estados-nacionales en sus mutuas interrelaciones dentro de un sistema internacional anárquico, permite analizar y predecir con una cierta probabilidad, las acciones de las grandes potencias.

Así, Mearsheimer nos ofrece una perspectiva clara sobre lo que constituye una teoría y cómo puede ser aplicada. Según él, una teoría es un conjunto de ideas interrelacionadas que buscan explicar y predecir fenómenos específicos dentro de un campo determinado. Es decir, una teoría proporciona un marco conceptual que ayuda a comprender la dinámica subyacente de ciertos acontecimientos o procesos.

En el ámbito de las relaciones internacionales, Mearsheimer señala que las teorías buscan explicar por qué los Estados se comportan de cierta manera en el sistema internacional. Estas teorías pueden abordar una variedad de temas, desde la guerra y la paz hasta la cooperación y el conflicto entre naciones. Por ejemplo, la teoría del realismo, a la que Mearsheimer está estrechamente asociado, postula que los Estados buscan principalmente su propia seguridad y poder en un sistema internacional anárquico, lo que a menudo lleva a la competencia y al conflicto entre ellos.

En cuanto al propósito de una teoría, Mearsheimer sostiene que una teoría debe ser capaz de hacer dos cosas principales: explicar fenómenos pasados y predecir eventos futuros. En otras palabras, una teoría debe proporcionar una comprensión retrospectiva de lo que ha ocurrido en el pasado, así como una capacidad predictiva para anticipar cómo se desarrollarán las cosas en el futuro. Esta capacidad predictiva es crucial para evaluar la utilidad y la validez de una teoría en el campo de las relaciones internacionales y en otros campos también.

Además, Mearsheimer destaca la importancia de que las teorías sean parsimoniosas y falseables. La parsimonia se refiere a la idea de que una teoría debe ser lo más simple posible mientras explica los fenómenos observados. Esto ayuda a evitar la complejidad innecesaria y a mantener la claridad en la formulación de la teoría. Por otro lado, la falseabilidad se refiere a la capacidad de una teoría para ser probada y potencialmente refutada por la evidencia empírica. Esto significa que una teoría debe poder ser sometida a pruebas empíricas que puedan confirmar o refutar sus predicciones, lo que ayuda a garantizar su validez y utilidad en la comprensión del mundo real. Así Mearsheimer subraya la importancia de las teorías como herramientas cruciales para comprender y abordar los problemas concretos en diversos campos académicos y prácticos.

En todos los ámbitos de la vida, desde la ciencia hasta la gestión empresarial, la cita de Kurt Lewin, «No hay nada más práctico que una buena teoría», resuena con una relevancia perdurable y se aplica a una amplia gama de disciplinas y actividades. Al comprender y aplicar las teorías establecidas, los investigadores, profesionales y líderes pueden mejorar su comprensión del mundo que les rodea y en consecuencia tomar decisiones más informadas y efectivas probando en la práctica la importancia del dictum de Kurt Lewin.

 

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