Raul Molina Mejía

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Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

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En su ciego intento por continuar con el “autogolpe de Estado”, las y los golpistas, poco inteligentes y poseídos de soberbia y prepotencia, han atascado todas las piezas de la “maquinaria de la corrupción”, al punto que resulta imposible que vuelva a funcionar. CACIF y crimen organizado, el cerebro, no entienden nada y no saben qué orientaciones dar a las oxidadas piezas en el Ejecutivo, MP, Congreso, CSJ, CC y resto de engranajes que han empezado a trabarse y fallar. La maquinaria, pese a su autoritarismo, ya no cumple su propósito y se ha convertido en carga a botar

Lo hecho por el Congreso en los últimos días hará que pronto sus diputados encaren la justicia y paren en la cárcel. Se recetaron su presupuesto 2024, su particular “piñata”, que, salvo los cien sobornados y unos cuantos fanáticos, es rechazado por la ciudadanía, incluidas las cámaras empresariales. Se pide a Giammattei vetar el presupuesto, y se espera que, luego de que Washington lo amonestara, vía las sanciones a su consorte, el presidente lo aplique para apaciguar la ola. Las y los diputados comprados han cometido ilegalidades más graves, no obstante, como levantar la inmunidad, por delito inexistente, de miembros del TSE, así como prestarse para desaforar al vicepresidente, sin motivo alguno más que su enemistad con “Miguelito”. La Embajada ha sugerido que la semana entrante varios de los diputados más “berrinchudos” puedan recibir la aplicación de la Ley Magnitsky, y aparecer sus nombres en la lista Engel. Este grupo de “facinerosos” aún se ilusiona con quitar el mandato presidencial a Bernardo Arévalo y Karin Herrera y nombrar a un “presidente encargado”; pero ha quedado claro ya que ellos y sus familias se verían afectados drásticamente por eventuales sanciones de Washington. Por su parte, tampoco la CC, el candado de la “maquinaria”, seguirá de baluarte de las y los corruptos. Sus diez desprestigiados profesionales saldrían corriendo despavoridos frente a una ola enardecida de ciudadanos que les reclame sus decisiones erráticas y frecuentemente inconstitucionales.

Ya se desgastó el MP, y nadie duda de la locura riosmonttesca que aqueja a Consuelo Porras, que pretende “seguir las orientaciones de Dios”. Amenaza a fiscales, jueces y magistrados, a diestra y siniestra, y posiblemente saldrá del puesto de Fiscal General directamente al manicomio o, sin duda, a la cárcel. Los instrumentos que aún no ha utilizado la maquinaria son las fuerzas armadas y de seguridad, aunque se les compra con privilegios y “aumentos de salario”. Todas las tropas y policías tienen familias vinculadas a los estratos medios y pobres de la población, en donde hay plena conciencia de la necesidad del cambio. Estoy seguro de que todos los comandantes de base militar y jefes de estaciones de policía han sido recordados por los cuatro pueblos que su lealtad debe ser con la voluntad soberana de la ciudadanía. Serían los responsables materiales de cualquier estallido social, que las palabras de hoy de las Autoridades Ancestrales y la manifestación de Arévalo en la ciudad han afirmado. La maquinaria ya inútil debe ser desmantelada.

 

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