Raul Molina Mejía

rmolina20@hotmail.com

Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

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En estas elecciones debiera desaparecer la dinastía de Arzú en la capital, representada por el alcalde actual y quienes se han aprovechado de más de veinticinco años de explotar la municipalidad capitalina. Manuel Colom Argueta hizo en cuatro años muchísimo más que lo hecho por dicha dinastía en veinticinco. De un espacio municipal ordenado y dedicado a las mayorías de la ciudadanía capitalina en el período 70-74, Arzú pasó al manejo “empresarial”, que ha hecho más ricos a unos cuantos y ha profundizado las carencias de los sectores medios y populares. No hay comparación con la gestión de Colom –se tuvo ordenamiento territorial, atención del transporte urbano, construcción del anillo periférico y del gran colector de aguas servidas, además de haber atendido problemas de salud y abastecimiento de agua y de productos en los mercados. Peor aún, se desecharon propuestas alternativas para la capital. Del proyecto de mi candidatura a alcalde en 1999, no se hizo prácticamente nada. Un cuarto de siglo ha sido perdido en “Tu Muni”.

Rescato ideas centrales de mi proyecto metropolitano, expuesto en foros y entrevistas. Primero, ahora que la gente de la capital está desesperada con los congestionamientos de tránsito, que han hecho que el “día laboral” y el “día escolar” pasen de ocho horas a prácticamente once o doce, se reconoce que la propuesta del sistema de metro era solución a considerarse seriamente. Hoy, que se plantea transporte de buses y hasta de góndolas, con proyectos millonarios envueltos en corrupción, no ha avanzado el metro, la solución ya experimentada en muchas ciudades populosas del mundo. No sólo es el mejor sistema para trasladar a grandes cantidades de gente, sin afectar el tránsito de buses y autos, sino que es promotor del desarrollo urbano en torno a la red. Otra propuesta mía tenía que ver con la disposición de desechos sólidos, mediante el reciclaje –solamente ahora se piensa en ello– y la estrategia de rellenos sanitarios debidamente concebidos y ejecutados. Nos hundimos cada vez más en el plástico no degradable –Honduras lo plantea como tema de conflicto por el río Motagua– y competimos por ser la ciudad más sucia y desordenada de América Latina. También propuse como solución al problema de falta de agua lo que los Mayas utilizaron en su tiempo y se utiliza en países desarrollados: los reservorios para almacenar agua de lluvia. Santiago de Chile y Nueva York tienen como fuentes importantes los lagos artificiales para embalsar agua de las montañas. Hay soluciones a los males de la capital; pero para ello hay que contar con una alcaldía capaz y honesta.

El proyecto unitario en torno a Juan Francisco Solórzano Foppa cumple con esos requisitos; pero las mafias corruptas han decidido negar su participación en el proceso. Si la intolerancia del CACIF se mantiene, la planilla formada por Winaq, URNG, Semilla y parte del movimiento social será inscrita; pero será imprescindible nombrar a una o un candidato a la alcaldía que la encabece. Derrotar a las y los corruptos requiere sacrificios; pero con ellos estamos formando la Resistencia Política que ha de rescatar al país.

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