Raul Molina Mejía

rmolina20@hotmail.com

Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

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Raul Molina

Le escribo en su condición de universitario, no como autoridad, porque al igual que la comunidad universitaria honesta, afirmo que ocupa ilegalmente un cargo que asumió fraudulentamente. La razón de esta misiva es instarle a que renuncie a continuar siendo el falso rector de la USAC. Le propongo como plazo que presente su renuncia el 30 de noviembre. Al día siguiente, 1 de diciembre, se celebra el Día de la Autonomía Universitaria y Usted representa la negación de la misma. La USAC nacional, autónoma y democrática merece su irrevocable renuncia.

No me referiré a su trayectoria en la USAC, sobre la que se han expresado dudas y críticas, sino que sólo a los hechos ocurridos una vez concluidas las elecciones en cada uno de los cuerpos electorales, que llevaron al quebrantamiento de las leyes y el retorcimiento de las normas universitarias. De eso, Usted y su grupo en el CSU son responsables. Hace un año, se consideraba Usted como el imparable candidato que arrastraría en la universidad. Ante la amenaza de perder la autonomía y sumarse la USAC a la generalizada corrupción, se levantó el movimiento SOS USAC, al cual la doctora Gladys Bailey, el licenciado. Jordán Rodas y yo ofrecimos nuestras pre-candidaturas a la rectoría. Fue finalmente el PDH quien logró impedir su triunfo. Le resultó a Usted imposible ganar la elección, y su decisión fue robarse la rectoría mediante maniobra ilegal del CSU, que desconoció electores opositores para que Usted pudiera imponerse.

Por sus antecedentes y alianzas no puedo instarlo a renunciar con base a la ética, los principios y valores de la USAC o la historia de ésta, llena de héroes, heroínas y mártires, así como de contribuciones extraordinarias al Estado y a la sociedad. Insisto en su renuncia, entonces, luego de hacer un análisis de costo y beneficio. Sostenerse tiene enorme costo, ya que la comunidad universitaria honesta y respetada, dentro y fuera del país, está en su contra e indignada. Ha demostrado desde el 1 de julio que no puede conducir a la USAC y la lleva al fracaso –para intentar romper la resistencia universitaria ha recurrido a la policía antimotines, los sicarios que tiene como cuerpo de seguridad, la judicialización de las dignas acciones de profesores y estudiantes, ofrecimiento de dádivas y prebendas, amenaza de despido, y generación de un ambiente tenebroso. Tampoco podrá aprovechar los beneficios financieros y políticos que esperaba, porque la atención ciudadana sobre la universidad, que es fenómeno nuevo, ejercerá especial auditoría sobre los manejos de la misma. Su renuncia, por el contrario, trae costo bajo y alto beneficio para Usted y quienes le han acompañado en esta ilícita aventura. Les permitirá dar marcha atrás y ser eventualmente acusados sólo de haber obstruido y corrompido el proceso electoral, que trae menos consecuencias que ser acusados y condenados por el enorme fraude electoral y el uso ilícito de los recursos físicos, humanos y financieros de la USAC. Reflexione, señor Mazariegos, y por primera vez no piense solamente en Usted, sino que en su familia y quienes de buena fe lo han apoyado. Toda dictadura cae y más pronto de lo esperado; sea inteligente y renuncie.

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