Raul Molina
Pese a vivir en un Estado colapsado, es posible identificar personas ejemplares y hacerles el debido reconocimiento. La mayoría se reciben fuera del país, porque éste lleva décadas sumido en la descalificación. La Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG) lleva catorce años de hacer reconocimiento público a personas ejemplares, nacionales y extranjeras, mediante el Premio “Gisella Paz y Paz y Jorge Rosal”. Nos hemos adelantado a otros reconocimientos que se les han entregado, aunque, lamentablemente, muchas personas premiadas han tenido que salir a involuntario exilio, por la ira y agresividad de los sectores “poderosos” del país, como Claudia Paz y Paz, Lolita Chávez y Thelma Aldana. Han sido acosadas, insultadas y/o agredidas otras personalidades premiadas, entre otras, Claudia Escobar, Sandra Xinico, Aurelio Méndez, Rogelio Velásquez, Iván Velásquez, Miguel Ángel Gálvez y Jordán Rodas, comprometidas con la probidad.
El caso reciente más ilustrativo es el Premio Rey de España al medio de comunicación destacado en Iberoamérica, que fue otorgado a elPeriódico, en la persona de José Rubén Zamora, a quien se otorgó reconocimiento RPDG en 2017, por su gran labor en el enfrentamiento contra la corrupción gubernamental. Mientras se anunciaba y se recibía dicho galardón, en Madrid, el MP del “desconsuelo” procedió a allanar, con lujo de violencia, la casa de uno de los editores de dicho medio. Nada que sorprenda en Guatemala, cuando Zamora se ve forzado a vivir fuera del país por las agresiones constantes en su contra. Otro caso es la persecución, por el mismo MP, de Juan Francisco Solórzano, brillante exdirector de la SAT, a quien premiamos en 2018. La fiscalía hizo gala de prepotencia y el sistema judicial de incapacidad o mala intención, mientras que financistas y financiados de los partidos políticos aliados al oficialismo circulan libremente. Más evidente es la reprochable actitud de Giammattei contra Juan Francisco Sandoval, de la FECI, quien ha recibido reconocimientos RPDG y del gobierno de EE.UU. y fue felicitado por la propia vicepresidenta de ese país durante su visita a Guatemala.
Destaco que personajes oscuros buscan inmerecidos reconocimientos. Trump, durante sus años en la presidencia, hizo lo imposible por ser nominado al Premio Nobel de la Paz, pese a crímenes de lesa humanidad. A nivel micro, luego de ser marginada por autoridades estadounidenses, la Fiscal General recibió homenaje de la corrupta Junta Directiva del Congreso. Ninguna entidad seria consideraría personajes de la lista de corruptos y corruptas para otorgar cualquier premio, y eso les enerva y les saca de quicio. Se hacen de poder y de dinero, se creen intocables y actúan como dueños del país; pero no pueden lograr, para vergüenza personal y de sus familias, que se les respete como personas honestas. Consideran que es preferible que “se les tema” y no que “se les quiera” y, cuando sean forzados a rendir cuentas por un Pueblo cansado de sus aberraciones y tropelías, no habrá nadie que les tienda la mano. En cambio, reiteraremos nuestro homenaje a personas ejemplares y les apoyaremos en la construcción de la Nueva Guatemala.