Yamileth Quinteros; estudiante de la carrera de Licenciatura en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogacía y Notariado; docente de inglés de nivel primario y medio.
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Instagram: @quinteros.gt
Fomentar el interés de las nuevas generaciones en temas de relevancia social, especialmente temas democráticos, es fundamental para construir una ciudadanía activa y comprometida. La Real Academia Española, define la democracia como “un sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes elegidos”. Debido a que la responsabilidad de fortalecer la democracia recae sobre toda la sociedad, es esencial inculcar desde temprana edad una cultura de participación ciudadana que permita generar un cambio progresivo y sostenido en los procesos democráticos del país.
En la actualidad, los jóvenes están inmersos en el uso de redes sociales, que si bien pueden ser valiosas herramientas de acceso a la información, con frecuencia se emplean únicamente como medios de entretenimiento que los alejan de la realidad. Ante esta situación, surge una pregunta fundamental: ¿cómo se está educando a las nuevas generaciones sobre la importancia de la participación ciudadana?, y ¿de qué manera puede promoverse un cambio real en la sociedad a través del ejercicio democrático?
La idea de vivir en una sociedad democrática es el concepto de que el bien común prevalece sobre el individual, sin embargo, no se enseña a la niñez ni a la juventud que el interés colectivo sea más importante que el personal. Si se priorizan intereses egoístas, es imposible generar un cambio que pueda dar como resultado el bienestar de toda una sociedad; por el contrario, se promueven diferentes problemas sociales que afectan diariamente a nuestro país como el nepotismo, la corrupción, o incluso el tráfico de influencias.
Para lograr que los jóvenes se interesen en la participación ciudadana, es necesario impulsar movimientos de concientización que les permitan conocer y comprender aquellos acontecimientos que los afectan directa o indirectamente. Usar redes sociales como TikTok, Facebook e Instagram para difundir estos mensajes de manera eficaz, es una manera inteligente de utilizar el problema como una solución.
El aumento de creación de contenido sobre política y democracia, motiva a los jóvenes a seguir investigando sobre la actualidad del país, pudiendo incluso lograr cambiar el algoritmo de sus preferencias y mantenerse a la vanguardia de las noticias de importancia social, despertando la curiosidad del usuario y disminuyendo el consumo de contenido improductivo.
Al ser derechos de primera generación, los derechos civiles y políticos tienen un valor fundamental que debe ser transmitido a la juventud guatemalteca. Es crucial que comprendan que éste será el país que heredarán y que, en un futuro quizá no tan lejano, recaerá sobre ellos la responsabilidad de construir una Guatemala más justa y fortalecer un sistema libre de abusos de poder. El cambio en el sistema político no se logra desde la distancia, sino participando activamente y formando parte de él; solo es posible transformar un país desde adentro, a través de la información, la conciencia cívica y la inmersión social y política.
Guatemala, con sus antecedentes de lucha, merece que fomentemos en la juventud una cultura democrática basada en la participación activa, respeto mutuo y el compromiso real por alcanzar el bien común. El Estado de Derecho no debería ser solamente una utopía sino una realidad palpable. Es imprescindible formar ciudadanos imparciales, críticos, con opiniones sólidas y capaces de tomar decisiones que sean de beneficio colectivo. Solo de esta manera puede transformarse la realidad y el mañana de las nuevas generaciones.
Cuando una persona comprende la importancia de su participación en procesos democráticos, la diferencia que puede hacer un voto en blanco o nulo en un proceso electoral, y lo inaceptable que es dejar que otras personas tomen decisiones que corresponden a cada uno de manera individual, comienza a ejercer su ciudadanía de forma consciente y activa.
