Nombre: Elías Talé
Joven maya k´iche, estudiante de Trabajo Social, columnista, comunicador y defensor de derechos humanos.
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“Tampoco ofrecen un lugar adecuado”, “las mascotas son parte de nuestra familia” y “tenemos que ser empáticos con nuestras mascotas”. Estas fueron algunas declaraciones extraídas de uno de los videos más virales de nuestro acontecer nacional. En el video aparece un hombre indignado en un restaurante de la ruta a Tecpán, Chimaltenango, al que no dejaron entrar con su mascota Lucas. En el viral el hombre hace notar su inconformidad grabando a uno de los trabajadores. Es importante hacer notar lo inapropiado de grabar a un trabajador, que a pesar de los gritos pudo mantener la calma y ofrecerle una solución.
Es urgente hacernos serios cuestionamientos sobre la escala de poder que ofrecen las redes sociales en cuestión a la cancelación. Estas acciones demuestran que cualquier persona con un celular y acceso a internet puede provocar un linchamiento virtual, lo cual puede causar severos daños sin que nos demos cuenta. Por ello, veo necesario hacer una invitación a todos los usuarios de redes sociales a ser más responsables con esa herramienta, que va más allá de grabar y hacer notar nuestra inconformidad.
A propósito del suceso, es prudente poner sobre la palestra el tema de las mascotas y animales en general, especialmente, sobre la falta de importancia que la ciudadanía guatemalteca le brinda al tema. Son muchos los comentarios que indican sobre una cultura “pet friendly” en Guatemala, no obstante, si bien dentro del territorio capitalino es recurrente encontrar restaurantes, cafeterías, centros comerciales o distintos comercios que brindan la oportunidad de llevar mascotas, es importante hacer notar que ese acceso existe en áreas urbanizadas, principalmente, del departamento de Guatemala. En cambio, a nivel nacional no existen condiciones que aseguren una vida digna a animales domésticos, de granja y otros.
Por ejemplo, en el occidente del país, por mencionar algunos departamentos como: Sololá, Quetzaltenango y Totonicapán, se han normalizado las jaurías de perros. Son varios los departamentos y municipios que no han desarrollado un compromiso con los animales ni con el medio ambiente, sabiendo las graves repercusiones que esto puede generar. Más allá de juzgar a alguien por querer llevar a una mascota a un restaurante, debemos estar conscientes que no somos capaces de brindarles un entorno digno a los animales. Un claro ejemplo es el hecho sucedido en Quetzaltenango hace un par de meses, cuando una persona se atrevió a envenenar a varios perros callejeros. Es responsabilidad del Estado, del gobierno municipal, pero principalmente de cada uno de los ciudadanos tener un trato digno con los animales.
El trabajo realizado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación es poco o nulo ante esta problemática social. Ante lo sucedido, es importante promover perreras municipales y condiciones adecuadas para los animales. Asimismo, quienes quieran invalidar el tema deben tener en cuenta que son seres vivos de quienes hablamos. Que si bien, Guatemala sufre de varios problemas sociales como pobreza, desnutrición, violencia y demás problemas, no podemos aspirar a ser un país desarrollado sino somos capaces de volvernos humanos y ver esta situación como un problema que va más allá de un video en redes sociales.
Por último, es necesario hacer la reflexión en torno al trato que brindamos a las personas, especialmente quienes trabajan en servicio al cliente. No podemos tener un trato tosco, agresivo y ofensivo ante quienes únicamente hacen su trabajo, debemos desarrollar más los valores éticos y morales en la sociedad guatemalteca.