Por: Lourdes Alcántara
Instagram: Milu_sparks
Correo: lourdesalcantara2020@gmail.com
Comienza diciembre, la época de compartir, el momento en que la paz y la armonía reinan en nuestros corazones, o al menos eso nos enseñan en las películas de la temporada. Es el tiempo en el que esperamos la «noche de paz», pero en este país, eso es lo que menos tenemos. No sé si les ha ocurrido, pero en mi caso, estas fechas no son como las anteriores. No tengo espíritu navideño, no siento que sea fin de año, y el tiempo hacia el 14 de enero transcurre lentamente. Estoy, constantemente, a la expectativa de cuáll será el siguiente paso de los golpistas.
Y sí, llamémoslos por lo que son: GOLPISTAS, que con uñas y dientes se aferran al poder sin importarles nada. Sin respetar la ley, sin considerar procesos legítimos; dispuestos a utilizar cualquier disparate para criminalizar a sus opositores. Porque ahora saludar con el puño es un delito y los genios se gradúan en la cárcel.
Sé que a muchos puede que no les haya agradado el resultado de las elecciones, pero el simple hecho de que no te agrade no puede justificar un atropello sin pies ni cabeza hacia un sistema democrático. Parte de la democracia en las sociedades contemporáneas implica aceptar la decisión de la mayoría que emitió su voto en las urnas.
Ahora viene mi pregunta: ¿quéé estamos haciendo como ciudadanos para evitarlo? Considero que muy poco. Nos limitamos a compartir una publicación en nuestras historias; otros ni siquiera se toman la molestia de informarse al respecto. Durante dos semanas, el país estuvo paralizado, pero fue solo un momento efervescente. ¿Tan fácilmente permitimos que nos quiten la esperanza?
Por otro lado, las autoridades ancestrales y los pueblos indígenas de los diferentes territorios siguen a día de hoy a las afueras de las instalaciones del Ministerio Público. Han pasado más de 60 días turnándose día y noche en la resistencia, continúan firmes pese al cansancio y el desgaste. ¿Por qué nosotros no?
Como jóvenes y ciudadanos, debemos salir de nuestras burbujas. Solo con historias en Instagram no evitaremos un golpe de Estado. Tampoco con foros académicos lo evitaremos, e incluso con esta columna de opinión no se evitará. Esto es un llamado a la acción para que todos y todas continuemos manifestándonos en contra de lo que está ocurriendo en el país; y que cuando intenten dar el golpe final, no nos quedemos quietos y no permitamos que este país termine en peores condiciones a las que se encuentra.
