Por: Gabriel David
Instagram: Gabodavid20
Una avanzada de gobiernos autoritarios se ha asentado en Centroamérica y no es nuevo que tengamos dudas sobre lo que sucederá en la región. Para empezar, es clave que tengamos presente que la región centroamericana se encuentra en crisis de legitimidad y representación democrática. Esto se demuestra porque cada vez se forman nuevos movimientos sociales que luchan en contra de las acciones antidemocráticas que los gobiernos han tenido. Y, si bien es cierto, los movimientos sociales son sanos para los gobiernos democráticos, también demuestran qué tan convulsionado está un país. Asimismo, en estos últimos años hemos visto que sus luchas están más vigentes.
Todo esto, es gracias a que los gobiernos en Centroamérica no han cumplido con su labor. Es decir, en vez de garantizar más derechos, vulneran y debilitan los derechos y libertades de sus pobladores, dejando de cumplir con su fin de proteger a las personas. Pero esto sucede debido a que los gobiernos han apartado la mirada del fortalecimiento de la democracia y las mayorías y se han enfocado más en enriquecer sus propios bolsillos, creando una eminente brecha de desigualdad en países de la región centroamericana, específicamente en países como Guatemala, Honduras y Nicaragua. En estos países la prosperidad es difícil de alcanzar, aun siendo así, los ciudadanos de cada nación se las arreglan para buscar el desarrollo y que se les garantice una buena vida para ellos y sus familias. Por eso, hemos tenido los éxodos migratorios en la región, porque los ciudadanos de los países centroamericanos se han visto en la situación de abandonar su país en busca de la persecución de sus sueños. Sueños que no pueden ser realidad en sus países, porque la realidad en la que viven, es en la de un Estado incapaz de garantizar bienes y servicios, calidad de vida, seguridad, educación, entre otras cosas más.
Asimismo, existen otros Estados en los cuales estas situaciones se dan con menor recurrencia, como lo es Costa Rica y Panamá, no cuento a El Salvador, porque este ha sido parte de esa ola de autoritarismo que se ha instaurado en Centroamérica. Sin embargo, la población está contenta con su presidente y lo demuestran los altos porcentajes de aprobación que tiene el jefe de Estado de este último país. Así como también lo demuestra el alto porcentaje de confianza que tienen los salvadoreños con las elecciones, a pesar de contar con la ya anunciada reelección del actual presidente, que contraria totalmente lo estipulado en la constitución salvadoreña.
Siendo así, existe un panorama difuso para la democracia en Centroamérica. Por eso es ahora cuando los mecanismos e instituciones centroamericanas deberían activarse para fortalecer las instituciones democráticas y para emplear programas económicos y sociales que fomenten el desarrollo socioeconómico de los ciudadanos. Para que así, instituciones como el PARLACEN, el SICA y la SIECA, entre otras más, dejen de ser consideradas como mecanismos atascados que no tienen funcionamiento alguno. Esto, con el sentido de apuntar a la unión institucional de la región centroamericana, para luego recuperar la prosperidad en esta bella región y tener aquellos avances deseados desde tiempos de la creación de estas instituciones regionales, para así tener una Centroamérica próspera, donde vale la pena vivir!
