DEISY LIQUE BAUTISTA
IG @shaky_19
Los cambios son importantes en el desarrollo de un país, sin embargo, que estos sean de forma desorganizada y violenta crean resistencia en su aceptación. Las personas prefieren la instrucción de una condición en lugar de ser obligados a aceptarla. Es así como este artículo conmemora el 20 de Octubre, “Día de la Revolución”, no solo para recordar la voz del pueblo en épocas de neblina política, sino, también los privilegios ganados por ser una parte importante de las decisiones tomadas en el país.
El 20 de Octubre de 1944, se le otorgó el derecho al voto a las mujeres y a los analfabetos. El cual continuó siendo una responsabilidad ciudadana para todas y todos en la primera y segunda vuelta electoral para candidatos presidenciales. Por otro lado, se conmemora la fuerza de unión de un país por el cambio. Actualmente, estamos viviendo una situación de pugnas y desasosiego entre el pueblo y el gobierno. Esto se da como resultado del favoritismo de una parte de la población inconforme y renuentes a la pérdida, pero que, al empoderar a entes administrativos de trabajar “bajo” leyes, ha provocado deshonra ante sus puestos y rupturas en un sistema de por sí fragmentado.
Lo ideal sería una reforma de todos los códigos y protocolos que no permita que otra entidad cometa el descaro de pretender ser un funcionario o funcionaria abnegado al país y su causa, cuando en realidad solo busca el beneficio propio y de su élite. Llama la atención conocer la entidad de las personas ejecutoras de esta red de hilos y favores. No me harán mentir queridos lectores que “Cuando el río truena, piedras lleva” y la forma anómala de funcionar de las autoridades eficaz y contundente en su comportamiento y presentación ante la población deja interrogantes sobre la mesa.
Es inaudito la rapidez con la que el sistema legal ha trabajado en el último mes con la situación de las cajas electorales, los manifestantes y las apelaciones, sin embargo, deja de lado los miles de casos de violencia o secuestro almacenados en archivos. Sería propicio que los cientos de mujeres, niñas y niños perdidos o secuestrados tuvieran la misma oportunidad y que el Ministerio Público realmente trabajara eficientemente por ellos y sus familias. Lo observado en estos últimos 15 días es solo la punta del iceberg, por lo que solicitó comprensión estimados conciudadanos, pilares de este país, y que no se sorprendan por las situaciones por venir. Les imploró no darse por vencidos en sus ideales y sus protestas “manteniendo siempre la mano en la cabeza y no en el corazón o el hígado en el momento de actuar”, como dijo un sabio catedrático universitario.
Por otro lado, es importante mencionar que la situación de los recursos hospitalarios no es escasa debido a los paros y protestas, aunque el gobierno pretenda excusar con estos la mala administración. Les comento para quienes desconocen esta situación que, anualmente, cada hospital nacional presenta un presupuesto con el que recibe el financiamiento necesario para comprar insumos y alimentación para los pacientes. Sin embargo, la administración novata e inadecuada de los recursos dejan frecuentemente a los hospitales al final del año en premura. Los proveedores esperan el pago de los servicios prestados en los meses previos para evitar seguir endeudando a los centros hospitalarios. Se supone que estos gastos fueron contemplados en ese supuesto presupuesto anual que, si dejaran de darse dietas y bonos, podría alcanzar para lo que realmente fue previsto. Esto sin agregar que los internos (estudiantes de 6to año en práctica hospitalaria), admitidos hace 3 meses, no han firmado contrato laboral y tampoco han recibido remuneración por su trabajo diario. Por lo que, no permitan que mentiras y solapamientos de las autoridades tapen la verdad y la vistan impúdicamente con los hermanos manifestantes. Los cuales dan su tiempo y corazón para recordar lo que se ha dejado claro desde 1944, en 2016, y nuevamente este año, que “un pueblo unido, jamás será vencido”. Con esto me despido, UNIDOS Y EDUCADOS siempre seremos más que los robustos fósiles que tenemos en el Congreso, el Ejecutivo y en el Ministerio Público.
