Esvin Elías Talé
Joven maya k´iche, estudiante de Trabajo Social, comunicador y defensor de D.D.H.H.
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“Guatemala, tu nombre inmortal” son las últimas cuatro palabras de nuestro himno nacional. Sin embargo, ahora más que nunca, analizando la coyuntura de nuestro país, la describo como “vulnerable”. Más vulnerable que nunca, deshonrada, saqueada y consumida por una metástasis que debiera ser combatida con prontitud. Criminales que se denominan “políticos” o, en el peor de los casos, “partidos políticos”, que únicamente llegan al poder con ánimos de enriquecerse con las arcas del Estado y dejar al pueblo con una deuda de nunca acabar.
Hemos llegado a ser gobernados por personajes que desconocen las dinámicas sociales de la población, que gozan de inmunidad dándole privilegio a la impunidad y corrupción. Ahora más que nunca debemos fijarnos en cómo el país donde hemos nacido se está cayendo a pedazos, y no en un sentido figurado, sino literal. Los hechos nos demuestran que existe una cooptación parcial y próximamente total del país, concluyendo que Guatemala no es inmortal, sino humana: con hambre, pobreza, escasez, exclusión social y falta de oportunidades. No debemos esperar más para cambiar esta situación. Esto no se trata de ideologías políticas, ni mucho menos de intereses económicos. Es cuestión de crear consciencia social para cambiar el trágico momento histórico que estamos viviendo. Crear divergencia en una sociedad dividida por intereses.
Contamos con un gobierno ausente que prometió esperanza a la población, pero únicamente se mofa de la confianza brindada; un Congreso que aprueba leyes que desfavorecen a los guatemaltecos; un Organismo Judicial integrado por jueces con historial delictivo; una Procuraduría de Derechos Humanos que únicamente se pronuncia en situaciones específicas y carece de representación; un Ministerio Público que crea casos contra defensores y defensoras de derechos humanos o periodistas que buscan ser críticos y propositivos. Por último, la USAC que, siendo la única universidad pública, limita el acceso de la juventud a estudios superiores debido a una próxima privatización.
Por tales razones, es indispensable que se forme una “ciudadanía responsable”, para que podamos fijarnos en los problemas que acontecen y realizar propuestas de cambio. Mientras estemos en una posición privilegiada, con comida, estudios, energía eléctrica, internet, teléfono móvil y/o computador, es momento de informarnos y buscar estrategias que generen bienestar.
Nos hemos desentendido de grupos vulnerables a las afueras de la ciudad, donde hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos no tienen la posibilidad de generar una consciencia a causa de las técnicas de adormecimiento del Estado. Por lo tanto, como jóvenes conscientes y consecuentes, debemos ser más críticos, propositivos y participar de manera activa manifestando nuestro descontento con el establishment.
Los próximos comicios deben ser una oportunidad de cambio para Guatemala. Toda persona que tenga la oportunidad de leer el presente artículo, la invito a que pueda compartir información respecto a los partidos políticos, planes de trabajo y propuestas factibles para el país. Debemos compartir información con cualquier persona. El futuro de nuestra patria está en peligro, por lo tanto, es momento de estar informados e informar, en una plática casual, en el parque, en el trabajo o en el hogar, podemos ir generando cambios.
Resulta interesante cada plan de trabajo que proponen los candidatos, pero acaso ¿son propuestas reales para cambiar la situación del país? o únicamente forma parte de un discurso político, de candidatos con nula experiencia en servicios públicos o candidatos que se postulan sabiendo que es anticonstitucional por ser esposa o hija de expresidentes. ¿Ya hemos compartidos lo que conocemos? La invitación está hecha. Si nos unimos como guatemaltecos y guatemaltecas podremos marcar historia, dejando en claro que Guatemala es mortal, pero vivirá eternamente por aquellos jóvenes que lucharon por su libertad.