Por Gabriel Molina
Estudiante de Maestría en Comunicación e Identidad Corporativa con especialidad en periodismo por USAC y UNINI México.
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“Soy el jefe de jefes, señores. Me respetan a todos niveles.” dice la canción de Los Tigres del Norte cantada por el extitular del disuelto Centro de Gobierno, Miguel Martínez, bajo efectos etílicos junto a diputados y al gobernador de El Progreso en una actividad del partido Vamos. Al parecer, las próximas elecciones se aproximan más rápido dado que algunas personas han empezado a propagar sus ideas y promesas. Sin embargo, las y los guatemaltecos no debemos perder la atención respecto a quién es la máxima autoridad en el país: el pueblo.
De acuerdo con el Artículo 140 de la Constitución Política de Guatemala, nuestro sistema de gobierno es republicano, democrático y representativo. Es decir, el auténtico poder radica en los habitantes del territorio. Todos los trabajadores del Estado son servidores públicos en diferentes escalas y ámbitos. Por tanto, los presidentes de los tres poderes del Estado son representantes y no autoridades indiscutibles o inmunes.
Guatemala, como la mayoría de los gobiernos modernos, ha optado por un modelo en el que la república y la democracia son los pilares de la sociedad. Los ciudadanos ejercen sus derechos para elegir a sus representantes y estos últimos son los encargados de administrar los recursos disponibles para ejecutar las estrategias que cubrirán las necesidades de la población.
Faltando un año para las Elecciones Generales, han comenzado a brotar personajes que pelearán en campaña por un cargo, ya sea de edil, parlamentario o presidente. El Tribunal Supremo Electoral es una entidad que ignora Spotify, YouTube, Tik Tok y otros medios masivos de difusión para hacer publicidad y propaganda electoral.
Se rumora que el diputado del PAN, Manuel Conde, será el candidato del partido Vamos. Sandra Torres se niega a dejar ir a la UNE ante su inminente cancelación. Neto Bran y Roberto Arzú hacen campaña anticipada desde hace meses, el primero con sus emprendimientos y disfraces, mientras el segundo con una serie de promesas. Mulet formó un nuevo partido político. Las hijas de Torres fundaron un partido secundario o satélite. Zury Ríos lo intentará otra vez.
En el país, los tres grandes tabúes son: fútbol, religión y política. Cualquiera de estos temas podrá causar discordias. Esto nos indica lo lejos que estamos aún de ser una civilización racional. No obstante, uno de los primeros pasos para avanzar como sociedad es comenzar el diálogo. Estas columnas de opinión tienen esta intención, aquí los autores hemos dejado muchas ideas y esperamos la retroalimentación para construir una mejor Guatemala.
El auténtico poder de los ciudadanos guatemaltecos (en su mayoría jóvenes) se encuentra en tres facultades. La primera, la facilidad para expresar ideas en el arte o la ciencia usando los medios no convencionales como Internet. La segunda, buscar información verificada para contrastar la avalancha de contenido en redes sociales y no caer en discursos demagógicos y mesiánicos que prometen el cielo y las estrellas. La tercera, la oportunidad para organizarnos desde lo digital hasta lo presencial, como ha sido el movimiento estudiantil en la USAC desde abril.
En las repúblicas representativas y democráticas, el poder lo ostentan los ciudadanos que discuten, proponen, manifiestan y razonan para construir una sociedad más digna, sostenible y responsable.
