Gabriel Molina
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Estudiante de Maestría en Comunicación por USAC y UNINI México. Creyente en la educación, la libertad, los derechos humanos y la política.
“Dad, pues, a César lo que es de César”, reza un fragmento del capítulo 22 del Evangelio de Mateo. Una historia que narra cómo debe separarse el poder político de las creencias espirituales. Y si bien una influye a la otra de alguna manera, nunca deben mezclarse. Hoy, el poder político está basado en la democracia, definido como el poder de las masas. A través de elecciones se elige a las autoridades ejecutivas, municipales y parlamentarias. Guatemala aún es una democracia joven, concebida en 1985.
En dos años de mandato, el presidente Giammattei, su bancada y gabinete no han velado por los derechos humanos. Luego de más de 12 años de campaña electoral, no ha cumplido con el César (el pueblo), y ha tenido la osadía de atacar y reprimir a quienes lo escogieron como “representante de la unidad nacional”.
Jesús nunca prohibió a sus seguidores pagar el tributo al Imperio romano. Con aquello que sí estuvo en desacuerdo fue con la persistencia de los religiosos de negarles verdadera libertad al pueblo.
En 2018, la Dirección de Gestión Ambiental emitió una resolución administrativa en la que establece que las iglesias que funcionan en casas, locales comerciales y otros, deben inscribirse o regularizarse antes de una fecha establecida, o pagarían una multa. Recientemente se presentó el acuerdo ministerial 402-2021 quedando exentas más de 40 mil iglesias contra multas de 5 mil quetzales. Exonerando multas y costos de las iglesias del registro ante el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales.
En medio de una crisis institucional, cuando los guatemaltecos no confían en las dependencias del Estado, la vacunación es lenta y los contagios incrementan, el mandatario se acercó a los líderes evangélicos para buscarles soluciones para su vacunación al considerarlos “promotores” de la vida. Aunque ellos han sido impulsores de noticias falsas, mitos y confusiones sobre la vacuna y el mismo COVID, ya sea desde sus transmisiones en línea o en grupos de WhatsApp.
Por su parte, Mario Rojas, Ministro de Ambiente, asegura que el fin de la cartera es mantener el cuidado y preservación de un medio ambiente sostenible. Aunque el 23 de enero, Liliam Rivera, entonces Ministra de Ambiente de Honduras, señaló a Guatemala como responsable de la contaminación en la cuenca del río Motagua. Además, hizo un llamado para que se realicen acciones concretas, sostenibles y permanentes para detener el daño ambiental, según ella, “no basta los reglamentos, sino las acciones”.
El gobierno Giammattei ha agredido manifestantes, oprimido pueblos con Estados de sitio, ha hecho negocios poco transparentes para la adquisición de vacunas, improvisando durante la crisis sanitaria e interviniendo en la justicia.
Este año preelectoral se elige al fiscal general del Ministerio Público, Procurador de los Derechos Humanos y Contralor General de Cuentas de la Nación. Figuras vitales para la justicia, la dignidad y la transparencia.
Es momento de recordar que los funcionarios son servidores públicos y su labor está dirigida para y por el pueblo de Guatemala. Por tanto, se debe exigir acciones y decisiones encaminadas al bienestar social y la vida digna de los guatemaltecos a través de la inversión en educación, salud, transporte y desarrollo sostenible.
