Emerson Salguero
Licenciado en Relaciones Internacionales con especialización en Políticas Públicas, Consultor en proyectos de Juventud y Asuntos Públicos. Embajador de la Paz por One Young World y la Comisión Europea. Promoviendo la participación ciudadana y el liderazgo en la asociación juvenil Involúcrate.
emersalguero@gmail.com
¿Las cartas ya están echadas para el próximo gobierno? Al parecer sí. El Presupuesto 2022 beneficiando a la política tradicional para su campaña anticipada, instituciones cooptadas y una alianza para favorecer a las caras conocidas que quieren venderse como los salvadores del desastre que ha hecho Giammattei. Según la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), los candidatos a cargos públicos tienen tres meses para hacer campaña electoral. Sin embargo, esto nunca ha sido una limitante para la rancia política y sus artimañas para llegar al poder preparándose un año antes.
Aunque formalmente no se puede hablar de “candidatos oficiales”, es obvio quiénes están hambrientos de poder. Sacando libros autobiográficos, podcasts y segmentos digitales para justificar su campaña anticipada, recuperando las riendas del partido traicionero, negociando con el oficialismo, creando institutos de formación política con personajes oscuros y queriendo regresar del exilio con una nueva narrativa. También tenemos a los que usan el miedo y la promoción de ideas extremistas y antisistema para la población que está cansada del estatus quo, populismos sin importar ideología, apareciendo en redes sociales con cambios de imagen y “preocupados” por el país que ellos mismos han destruido. Mientras que, la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), siguen analizando las reformas a la LEPP, queriendo arreglar los errores de las reformas del 2016. ¿Facilitar el financiamiento?, ¿listas desbloqueadas para votar por nombre y apellido para diputados?, ¿permitir el transfuguismo?, ¿permitir pago de publicidad en redes sociales?, ¿más tiempo de campaña electoral?, ¿más curules?
La campaña electoral ya empezó, los políticos están listos y nosotros también debemos estarlo. El primer paso es empadronarse para votar en las próximas elecciones. Hasta el momento el TSE reporta 8 millones 322 mil 734 ciudadanos empadronados y según la tendencia, el voto decisivo lo tendrán los jóvenes entre 18 y 35 años (TSE 2021). Por lo tanto, es necesario estar alertas para lo que se viene. Los departamentos de Huehuetenango, Guatemala, Quiché, Quetzaltenango, Alta Verapaz, San Marcos y Escuintla son claves para este proceso y aprovechando las fiestas de fin de año, politiqueros astutos salen a dar mensajes de “unidad”, donaciones, regalos, incluso dinero, pero lo que buscan es comprar sus votos para las próximas elecciones.
Varios partidos políticos tradicionales probablemente sean cancelados y sus adeptos ya están buscando otras maquinarias electorales que les permitan tener un hueso en el gobierno. Aunque ahora tienen un gran reto porque no hay confianza. Solo el 9 % de la población confía en los partidos políticos y tiene intención de ir a votar (Latinobarómetro 2020). No obstante, aún estamos a tiempo para evitar que los mismos ineficientes y oportunistas lleguen al gobierno. ¿Pero cómo? En primer lugar, tener claro que la apatía política los beneficia, porque mientras menos participación y la ciudadanía no esté informada, pueden convencer a los pocos votantes con las mismas promesas falsas y regalos. Por ello, involucrémonos y promovamos una ciudadanía activa que conozca sobre los procesos electorales y esté al pendiente de las reformas de la LEPP, informar a los que votarán por primera vez sobre cómo son las papeletas y la importancia del voto. Exigirle al TSE que fomente una cultura cívica y en los establecimientos educativos se brinde este contenido.
Como sociedad civil y juventudes que buscamos mejorar Guatemala, debemos promover un voto consciente e informado, conocer el trabajo y las propuestas que tienen los partidos políticos y los futuros candidatos. La mayoría de los y las jóvenes piensan que da hueva, pero créanme, la política no es aburrida y como ciudadanos responsables debemos fiscalizar y participar. Es hora de accionar, incluso castigar a la vieja política con nuestro voto, aún hay esperanza de que al Congreso lleguen personas jóvenes, con experiencia, transparentes y que realmente representen al electorado y esperemos que no se repita el fenómeno de votar por el “menos peor” para la presidencia, porque lo hemos pagado caro y no es justo para las futuras generaciones. ¡Empadrónate e infórmate!